El Vaticano, nuevo miembro del club de los países que funcionan al 100% con energías renovables
La línea ecologista de Francisco va a continuar con León XIV al frente del Vaticano
La Santa Sede ha puesto en marcha una nueva planta agrovoltaica
Ciudad del Vaticano anuncia que la Basílica de San Pedro alcanzará el cero impacto ambiental

La defensa del medioambiente fue una de las principales señas de identidad del Vaticano durante el papado de Francisco. Uno de los mejores ejemplos de este compromiso ecologista es su encíclica Laudato Si, en la que Begoglio insiste en la necesidad de cuidar de la naturaleza y llama a la comunidad católica a actuar de forma decidida contra el cambio climático.
Cada vez parece más evidente que esta línea de actuación va a continuar con León XIV, como evidencian las primeras decisiones del nuevo sumo pontífice tras su elección por el Cónclave, hasta el punto de que podría deducirse que la Iglesia de Roma quiere convertirse en ejemplo y referente mundial en materias como la sostenibilidad y la transición energética.
A comienzos del verano de 2024, Francisco emitió la carta apostólica Fratello sole (Hermano Sol), en la que dejó una petición muy concreta: «la tarea de realizar una instalación agrovoltaica ubicada dentro de la zona extraterritorial de Santa María de Galeria que garantice, no solo la alimentación eléctrica de la estación de radio allí existente, sino también el completo sustento energético del Estado de la Ciudad del Vaticano».
Agrovoltaica
Un año después, el mandato del anterior papa ya se ha hecho realidad. La Santa Sede acaba de anunciar la puesta en marcha de esta novedosa planta agrovoltaica que será capaz de abastecer completamente sus necesidades de energía eléctrica. También servirá para proveer de alimentos.
De hecho, la energía agrovoltaica se caracteriza por este uso dual del territorio: plantea aprovechar una misma superficie de terreno para obtener de la misma tanto energía solar como productos agrícolas.
Tal y como deseaba Bergoglio, la planta agrovoltaica se encuentra en la citada propiedad de Santa María de Galeria, ubicada a las afueras de Roma. Con 424 hectáreas de extensión, la finca alberga las instalaciones de transmisión de Radio Vaticano. La construcción de la planta ha corrido a cargo de la empresa italiana de energía ACEA.
Ocho países
Tras la puesta en marcha de esta instalación, El Vaticano se ha convertido en el octavo país que se abastece únicamente a través de energía limpias. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), los otros siete son Albania, Bután, Etiopía, Islandia, Nepal, Paraguay y la República Democrática del Congo.
Todos estos estados cubren sus necesidades energéticas a partir de energía geotérmica, hidroeléctrica, solar o eólica. Noruega, cuyo sistema eléctrico se alimenta en un 98% de fuentes renovables, podría ser el noveno país en un futuro próximo.
Con este paso dado por la Santa Sede, culmina el proceso iniciado en 2022, cuando se adhirió a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el objetivo de «contribuir a los esfuerzos de todos los Estados para ofrecer, según sus respectivas responsabilidades y capacidades, una respuesta adecuada a los desafíos que el cambio climático plantea a la humanidad y a nuestra casa común».
Cero impacto ambiental
Recientemente, el Vaticano anunció otro nuevo proyecto que camina en la misma dirección, y cuyo objetivo es que la Basílica de San Pedro alcance el «cero impacto ambiental», según la terminología usado por la Iglesia de Roma.
Este modelo de intervención también se inspira en Laudato Si, y sirve de homenaje, al mismo tiempo, a la encíclica en el décimo aniversario de su publicación. Sus objetivos son reducir las emisiones, monitorear la calidad del aire, difundir buenas prácticas y estilos de vida responsables, y «cultivar el cuidado de la Casa Común».
Según explicó el arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal Mauro Gambetti, el proyecto «pretende hacer de la Basílica Vaticana, con la comunidad que la anima y con los millones de peregrinos y turistas que la visitan cada año, una casa de impacto cero, que acoja a todos y anime a todos a crecer en humanidad».
Conservación del patrimonio
Tras analizar el consumo energético del complejo, el Politécnico de Milán ha propuesto medidas para mejorar la eficiencia sin comprometer el patrimonio histórico y artístico. Entre otras, recomienda la sustitución de los sistemas antiguos por bombas de calor, la instalación de iluminación LED y la activación de la ventilación natural para la refrigeración.
En cuanto a la calidad del aire de la basílica, se hizo un monitoreo con la Universidad de Bari Aldo Moro, y se instalaron sistemas de sensores en siete puntos para medir las partículas en suspensión (PM), compuestos orgánicos volátiles (COVT), dióxido de carbono (CO2), hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y parámetros microclimáticos en tiempo real.
Los resultados obtenidos muestran que la Basílica de San Pedro tiene una buena calidad del aire a pesar del alto número de visitantes (entre 40.000 y 45.000 al día), lo que atribuyen a su tamaño y a su eficaz ventilación natural.