Seat León Coupé STCC, el español que quiere conquistar Suecia

La tradición competitiva de Seat es conocida por todos. Pero no por ello deja de sorprendernos lo que son capaces de hacer cuando se ponen manos a la obra. La última muestra de ello es el nuevo Seat León Coupé STCC, el coche con el que la firma española competirá en el campeonato sueco de turismos -sí, el STCC, de ahí su denominación-.

Esta espectacular bestia que ves en las imágenes ha sido desarrollada conjuntamente por Seat Sport y Combitech. El resultado es un coche de carreras con todas las de la ley, que cuenta con una aerodinámica que más allá de su efectividad aporta el toque estético más brutal que se le recuerda al compacto español. Su frontal es tremendamente afilado, mientras que en la zaga llaman poderosamente la atención tanto el alerón de tres piezas como el difusor de aire, y todo ello sin olvidar la presencia de los dos tubos de escape sobre elevados.

Las entradas de aire presentes a lo largo de la carrocería, además de necesarias para refrigerar el motor, aportan otro plus de músculo con el que atemorizar a los rivales del STCC. Se incorporan también unas llantas de 18 pulgadas que alojan unos neumáticos Michelin cuyas medidas son 260/660-R18 delante y 280/600-R18 detrás.

Todo esto que te hemos contado en apenas tres párrafos es el resultado de un trabajo de unas 2.500 horas llevado a cabo por un equipo de diez ingenieros, que han desarrollado este coche de carreras a partir del León Cup Racer TCR y de la variante del mismo destinada a la Eurocup.

Aparte de su llamativo aspecto, si hay algo que distingue al Seat León Coupé STCC respecto a sus hermanos ‘carreristas’ es el motor, mucho más potente. Bajo el capó tenemos un espectacular propulsor V6 de 3,5 litros capaz de desarrollar una potencia de 420 CV. Éste se asocia a una caja de cambios secuencial de seis velocidades, que es la encargada de enviar toda la fuerza de la mecánica al tren trasero, donde un diferencial de deslizamiento limitado se encarga de maximizar la capacidad de tracción del conjunto. Para detenerlo, se ha instalado un sistema de frenos con discos de 370 y 360 mm respectivamente.

La única pega que tiene el coche es que jamás veremos un Seat León de calle que se parezca en algo a éste. Potencia a raudales, propulsión trasera… ¡se nos hace la boca agua solo de pensarlo!