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Prueba de gases de la ITV: qué es, cómo se hace y para qué sirve

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Un tubo de escape contaminante

Cuando acudimos a la Inspección Técnica de Vehículos con nuestro coche, los operarios de la estación realizan una serie de pruebas para comprobar que todo esté en perfecto estado en el automóvil para que este pueda seguir circulando sin ningún riesgo de accidente. La prueba de gases es una de las tantas comprobaciones que ejecutan para poder verificar el estado del coche. Pero… ¿qué es realmente esta acción? A continuación, os detallaremos su función y para qué sirve.

Qué es la prueba de gases de la ITV

La prueba de gases de la ITV es un control que se realiza para medir las emisiones contaminantes que expulsa un vehículo a través de su tubo de escape. Básicamente, consiste en analizar los gases que salen de dicho elemento para verificar que el nivel de emisiones esté dentro de los límites permitidos por la normativa vigente. Para ello, se utiliza un equipo específico que mide la cantidad de, por ejemplo, el monóxido de carbono, dióxido de carbono, hidrocarburos u óxidos de nitrógeno, entre otros.

Cuál es su función

  • Comprobar que el vehículo no contamina más de lo permitido. Esto ayuda a reducir la contaminación del aire y protege el medio ambiente.

  • Verificar que el motor y el sistema de escape funcionan correctamente. Si los gases son excesivos, puede indicar problemas en la combustión, fugas o averías en el sistema de escape.

  • Garantizar que el vehículo cumple con los estándares de seguridad y medioambientales para circular.

Cómo se hace la prueba de gases del coche

1.- Preparación

  • El vehículo debe estar en condiciones normales de uso, con el motor caliente, es decir, tendría que haber circulado previamente antes unos minutos.

  • Se recomienda que el depósito tenga suficiente combustible para evitar lecturas erróneas.

2.- Conexión del equipo de medición

  • El técnico conecta una sonda del analizador de gases directamente al tubo de escape del coche.

  • Esto recoge una muestra de los gases que salen del motor.

3.- Arranque del motor y medición

  • El motor se pone en marcha, si no está ya encendido.

  • El analizador mide las concentraciones de diferentes gases: monóxido de carbono, hidrocarburos, dióxido de carbono, y en algunos casos óxidos de nitrógeno.

  • El vehículo puede estar en ralentí o acelerar hasta ciertas revoluciones específicas.

4.- Registro

  • El equipo muestra los resultados de las emisiones.

  • Estos valores se comparan con los límites establecidos para ese tipo de motor y vehículo según la legislación vigente.

5.- Evaluación

  • Si las emisiones están dentro de los límites permitidos, el coche pasa la prueba.

  • Si superan los límites, el técnico puede informar que el vehículo no cumple la normativa, lo que puede implicar la necesidad de reparaciones y una nueva inspección.

6.- Finalización

  • Se retira la sonda del escape.

  • Se imprime o registra el resultado de la prueba para incluirlo en el informe de la ITV.

Cómo bajar los gases para pasar la ITV

  • Revisa y cambia el aceite si está muy sucio o viejo, porque un aceite en mal estado puede aumentar emisiones.

  • Cambia o limpia el filtro de aire, para que el motor respire bien y queme el combustible mejor.

  • Comprueba y reemplaza las bujías si están gastadas o sucias, para mejorar la combustión.

  • Revisa el sistema de escape y el catalizador, asegurándote de que no haya fugas ni daños.

  • Utiliza gasolina de buena calidad y llena el depósito antes de la ITV.

  • Calienta el motor antes de ir a la ITV conduciendo unos 10-15 minutos para que alcance temperatura óptima.

  • Haz un mantenimiento básico del motor, como ajustar el ralentí y sincronizar la mezcla aire-combustible si es necesario.

  • Si el coche tiene inyección electrónica, haz una revisión en el taller para limpiar inyectores o resetear sensores.

¿Puedo circular si la prueba de gases de la ITV es desfavorable?

Si la prueba de gases de la ITV es desfavorable, puedes seguir circulando durante un plazo limitado para que lleves el vehículo a reparar y puedas pasar la inspección de nuevo. Normalmente, te dan un plazo de hasta dos meses para reparar las deficiencias detectadas y volver a pasar la ITV. Sin embargo, no puedes circular con la Inspección caducada más allá del plazo que te indiquen para corregir el problema, ya que hacerlo implica sanciones y multas en caso de ser cazado por los diferentes agentes de tráfico.

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