Narcís Rebollo comparte un momento muy personal de Eugenia Martínez de Irujo con su hija
Eugenia Martínez de Irujo y Cayetana Rivera viven desde siempre en Madrid, pero Andalucía es su segundo hogar. La comunidad del sur de España y, sobre todo, Sevilla, es una parte muy importante para ellas y es que fue ahí donde la matriarca de la familia, la duquesa de Alba, pasó buena parte de su vida.
Por eso, cuando tienen un rato libre viajan hasta allí para disfrutar de la ciudad y de todo lo que les ofrece, como este fin de semana, en el que han reunido a varios amigos en La Pizana, una de las fincas que la familia tiene en la ciudad del Guadalquivir. Narcís Rebollo, el marido de Eugenia, ha sido uno de los encargados en compartir en las redes sociales la fiesta, en la que madre e hija protagonizaron un momento muy bonito.
En el vídeo, en el que suenan unas sevillanas de fondo, se puede ver a Eugenia y Cayetana bailando juntas, demostrando que entre ellas hay una compenetración muy especial que va más allá del vínculo que las une. “Mucho arte, amor y alma. Reunión de amigos y familia en La Pizana”, escribe el productor junto al vídeo.
En otra publicación, Narcís desvela que entre los invitados había una persona muy especial: María Jiménez. La cantante creó uno de los momentos más emotivos de la noche al cantar una canción del recién fallecido Rafael González-Serna, al que tanto Eugenia como Cayetana estaban muy unidas.
“Momento maravilloso con todo el sentimiento del mundo❤️ ¡Esas letras increíbles de tú padre @marugsl4 un olé al cielo!”, ha escrito por su parte la duquesa de Montoro en sus redes, citando a la hija del artista andaluz.
“Mi niña… qué orgulloso tiene que estar tu padre, el gran Rafael González- Serna, escuchándote desde el cielo. No se puede cantar más bonito, mi amor. Gracias porque este momento cantado por ti y María fue muy especial”, le decía en otra publicación.
Fue precisamente en ese lugar, situado a 30 kilómetros de Sevilla, donde madre e hija compartieron sus primeros momentos juntas y es que fue allí donde unos jovencísimos Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera se mudaron poco después de casarse. “Esta finca, a la que he venido desde que era una niña a montar a caballo, es un lugar muy cercano. Además, mi madre, que se encargó de todo, la arregló y decoró para nosotros. Para que empezáramos nuestra vida en ella”, confesó la hija de doña Cayetana a ‘Hola’ hace un tiempo.