Pantoja pierde su séquito: Justo Molinero vuelve a la carga contra la tonadillera
Para Justo Molinero, Isabel Pantoja es historia. Justo un año después de que rompieran relaciones, su amistad continúa en punto muerto. “No se puede obligar a que te quieran si no te quieren”, se lamentaba el locutor tras su disgusto con la tonadillera. El punto de inflexión en su relación tenía lugar el 10 de noviembre de 2016, es decir, el día de su reaparición en los escenarios tras su calvario carcelario. A esa noche triunfal Molinero acudía cargado de ilusión para saludar a la que consideraba su amiga, pero no hubo encuentro. Ni siquiera se saludaron y eso es algo que 365 días después Justo continúa sin entender. “Yo no estoy en contra de Isabel, sino en contra de su actitud, que no la veo lógica. Creo que alguna cosa tiene que cambiar ella o que la gente que la lleve la reoriente hacia otro sitio porque tiene un problema”, declaraba el locutor esta misma semana a los micrófonos de Europa Press.
Justo no quiere desenterrar su enfrentamiento con Isabel, pero no miente si se le pregunta por la forma de proceder de su otrora amiga. “No sé si es que está mal aconsejada o no quiere ver la realidad, pero está en un entorno muy cerrado y debería abrirse más porque ella es una mujer dicharachera y cercana”, explica. Puestos en contacto con el fundador de Radio Teletaxi, este prefiere no hacer más declaraciones sobre Pantoja para no echar más leña al fuego. Es su entorno el que nos confirma que, por supuesto, sigue algo decepcionado por la cantante pues “desplazarte 600 kilómetros para que luego no te reciban, no sienta bien”.
Justo Molinero en la Gala Mundo Deportivo en Barcelona. 23/01/2017. / Gtres
Hay que recordar que Justo Molinero fue el hombre que logró que Isabel cantase en el Liceo de Barcelona cuando este templo nunca antes había acogido a una cantante de copla. Aquella actuación fechada en 2002 fue un antes y un después en su carrera y fue posible gracias a Molinero, quien siempre ha velado porque la trayectoria de Isabel fuese brillante. De hecho, él mismo se ofreció a entrar en la cárcel cuando ella aún estaba presa para que ella pudiera cantar en un concierto solidario. Sonaba a hipérbole, pero quienes bien conocen a Molinero aseguran que, efectivamente, él mismo habría pagado el precio de encerrarse unas horas en prisión a cambio de oír cantar de nuevo a su amiga Pantoja.
Sin embargo, dice el refrán que del amor al odio hay un paso y con Justo así ocurrió. De ofrecerse como reo, el locutor pasó a desvelar que Agustín Pantoja le había pedido dinero en un momento dado para ayudar a Isabel. Aquellas declaraciones venían motivadas por el enfado que el desplante de la tonadillera en Aranjuez había motivado en el periodista, pero lo cierto es que esa misma reacción, la de ir contra la mujer a la que un día defendieron a capa y espada, la repiten casi de manera sospechosa muchos de los otrora amigos de la artista.
Otros cadáveres de Isabel
El de Molinero recuerda y mucho al episodio protagonizado por Máximo Valverde hace solo unos meses. El actor es -o más bien era- otro de los defensores a ultranza de la cantante cuando sus escándalos con el caso Malaya ya habían saltado por los aires. Él defendió sus fechorías ante las cámaras, pero hubo un día que, según Pantoja, se fue de la lengua y se rompieron relaciones. Su nueva enemistad se hizo pública durante el concierto que la cantante ofreció en Murcia el pasado mes de julio. Durante esa actuación, Máximo quiso entregarle un regalo en su camerino y enseñarle la nueva obra que está preparando, pero Isabel no quiso recibirle. Mismo modus operandi que con Molinero y mismo resultado.
En la lista de amigos que ahora se arrepienten de haber defendido en según qué ocasiones a Isabel están otros rostros tan populares como Raquel Bollo, Chelo García Cortés o José Manuel Parada. A esta lista hay que añadir a Dulce, la niñera de Chabelita, y Miguel Poveda, otro de los cantantes que más silencio han querido guardar al respecto pero cuyo enfrentamiento con Pantoja es una evidencia desde hace años.