EXCLUSIVA| Todos los detalles de la cena de las infantas: ¿quién pagó?, ¿cuánto costó la cena?, ¿qué comieron?
Este viernes a las 10 de la noche la Infanta Cristina cenó junto a unos amigos en la capital como cualquier mortal. Quería desconectar en Madrid de todo lo que acaece en su vida e intentar alejarse, aunque tan solo fuera durante unas horas, del complicado momento familiar que está viviendo. Mientras su marido, Iñaki Urdangarin, permanece en la prisión de Brieva (Ávila), la Infanta decidió salir junto a su círculo de confianza. Eligió para una cena distendida el restaurante italiano, Forneira Ballaro, situado en el barrio de Chamberí, al que, por cierto, suele acudir su hermana, la Infanta Elena. La misma que le acompañó con Carlos Revenga y dos amigos en esta charla de la que se hizo eco la revista Semana. El objetivo era desconectar y, según ha podido saber este medio, la meta fue más que cumplida. Y es que LOOK conoce todos los detalles de esta cena secreta en la que la Infanta Cristina no dejó de carcajear.
Gracias por la visita. pic.twitter.com/jPdRRWSPk7
— Forneria Ballaro (@ForneriaBallaro) 7 de julio de 2018
Tal y como ha revelado un testigo presencial a este digital, la que fuera Duquesa de Palma llegó en un vehículo junto a sus escoltas y no bajó de él hasta que sus acompañantes estaban asentados en la terraza del local. Ellos en una mesa y los tres guardaespaldas en la mesa contigua. Apostaron por platos tradicionales y alguna que otra innovación: una focaccia, una pasta italiana marinada llamada porchetta y vino para amenizar la velada. Y aunque estaban entre amigos, ambas hicieron gala del protocolo real que les ha acompañado durante toda su vida al comer con cuchillo y tenedor la tapa de bienvenida (mortadela) con la que el restaurante les recibió. Un hecho que llamó la atención del resto de comensales que había a su alrededor.
No dejaron de reír durante su encuentro e incluso espetaron algún chiste subido de tono con el que parecían pasarlo en grande. Tras este menú italiano, llegó la hora del postre y por supuesto, aceptaron la recomendación del camarero. Un tiramisú y un chupito de limoncello fueron la guinda del pastel para la Infanta Cristina, aunque su noche no acababa ahí. Pese a que ninguna de las Infantas esperaba tener este viernes una actuación musical durante su cena, una cantante que estaba cenando en el interior del restaurante se arrancó a cantar. Sonia Santana, exintegrante del grupo Olé Olé, se acercó a ellas y no dudó en demostrar su arte, mientras ellas palmeaban sin cesar.
La infanta Cristina y Carlos Revenga en una imagen de archivo /Gtres
[La infanta Cristina no puede vivir sin su marido]
Sin embargo, no fue la única persona que se acercó. El concursante de ‘Maestros de la costura’, Zhar Atelier Madrid, quiso saludar a las hermanas e incluso se dirigió a la Infanta Cristina para pedirle que vistiera en alguna ocasión alguno de sus arriesgados diseños. «Ay, a mí me gustaría. Todo es atreverse», dijo ella. Pero, ¿quién se hizo cargo de esta cena que se alargó durante más de tres horas? La respuesta es Carlos García Revenga, quien desembolsó más de 200 euros. Una noche que, sin duda alguna, quedará grabada en la memoria de la Infanta Cristina.