La razón por la que la infanta Cristina está buscando casa en Madrid
Hablamos con una abogada penalista para que explique cuál es la razón legal que traería a la Infanta Cristina a Madrid.
No, no tiene nada que ver con el divorcio. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin no van a divorciarse, ya lo dijo su abogado, Miquel Roca: “eso es falso”. El hecho de que la Infanta quiera mudarse a Madrid no implica que quiera alejarse de su marido, sino todo lo contrario. Es más, Madrid puede ser la clave para ayudar al ex duque de Palma, en la medida de lo posible, a sobrellevar mejor sus años de encierro en la cárcel de Brieva.
Y es que es sumamente complicado que un juez de vigilancia penitenciaria apruebe un permiso a un preso con intención de viajar fuera del país, que es precisamente lo que Iñaki tendría que hacer para visitar a su familia si siguen viviendo en Ginebra. Nuria López, abogada penalista de Legalitas, explica a Look la importancia del arraigo: “para que a un preso se le conceda un permiso tiene que tener donde ir, una estructura que lo ampare, alguien que lo espere, sin ello es muy difícil que lo logre”.
La infanta Cristina, cabizbaja en Suiza tras entrar su marido en prisión / Gtres.
“En este caso concreto, Madrid está muy cerca de Brieva (Ávila), y si su familia se instalara allí le facilitaría bastante las cosas”, comenta la letrada. Esto esta recogido en el articulo 154 del reglamento de Instituciones Penitenciarias, aprobado por Real Decreto 190/1996 del 9 de febrero: “Se podrán conceder, previo informe preceptivo del Equipo Técnico, permisos de salida ordinarios de hasta siete días de duración como preparación para la vida en libertad, hasta un total de treinta y seis o cuarenta y ocho días por año a los condenados clasificados en segundo o tercer grado respectivamente, siempre que hayan extinguido la cuarta parte de la condena o condenas y no observen mala conducta”.
En la segunda parte del citado artículo especifica que: “los límites máximos anuales de treinta y seis y cuarenta y ocho días de permisos antes señalados, se distribuirán, como regla general, en los dos semestres naturales de cada año, concediendo en cada uno de ellos hasta dieciocho y veinticuatro días, respectivamente”. Esto quiere decir que Urdangarin, que por el momento disfruta del segundo grado, podrá disfrutar de 18 días cada seis meses, divididos en bloques de no más de siete días seguidos.
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, sonrientes / Gtres.
Pero para ello, aún queda bastante tiempo. Según el cálculo de la letrada, teniendo en cuenta la fecha en la que el ex jugador de balonmano ingresó en prisión, el 18 de junio de este año, y el momento en que se le concedió el régimen de 2º grado, hasta diciembre de 2019 o enero de 2020 es poco probable que pudiera comenzar a disfrutar de algún permiso. Para entonces a la Infanta y a sus hijos ya les habría dado tiempo a estar completamente establecidos en Madrid para recibirle. Será para ellos, sin duda, el mejor regalo de Navidad.
La Infanta no se divorció cuando estalló el caso Nóos, tampoco lo hizo cuando tuvo certeza de que su marido le había sido infiel y no piensa hacerlo ahora. Nada más lejos de la realidad, que Iñaki haya empezado a cumplir su condena es el principio del fin, doña Cristina empieza a sentirse libre, ha retomado su relación con su familia, y hace planes de futuro, de un futuro que, si no cambian mucho las cosas, seguirá viviendo como señora de Urdangarin, a pesar de todo lo que eso le ha costado.