Cristina Pedroche: "A lo mejor estamos ante el fin de las Campanadas"

Tal y como había advertido, Cristina Pedroche deslumbró en Nochevieja con un vestido de oro que dejó a más de uno sin palabras. Un estilismo con el sello del arquitecto Jacinto de Manuel para el que se necesitaron más de 650 horas de trabajo que se vieron reflejadas en esta pieza titulada ‘Venus MMXX’ con la que la presentadora la dio la bienvenida al 2020. Sin duda, un look absolutamente rompedor que podría poner fin a la participación de la mujer de David Muñoz en las Campanadas. 

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¡¡Feliz año nuevo!! Que se cumplan todos vuestros deseos ❤️❤️❤️ #PedrocheCampanadas 🍇

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«España quiere saber si después de apostar este año por un vestido escultura, estamos ante el fin de las transparencias de Cristina Pedroche en las Campanadas», comentaba este jueves Miki Nadal en ‘Zapeando’. Un comentario al que la presentadora ha respondido de una forma inesperada. «A lo mejor estamos ante el fin de las Campanadas. Cada año está el listón más alto y tengo que aguantar más críticas», ha explicado. «Los años anteriores era porque enseñaba mucho. Este año que solo enseño un trozo de brazo, también me dan por todos sitios… Pues a lo mejor ya está», ha argumentado la madrileña.

Nuestra colaboradora @CristiPedroche está cansada de las críticas de cada año y ha comentado que "igual es el fin de las Campanadas" 😰

➡¿Quiere Pedroche dejar de dar las Campanadas? La respuesta en #Zapeando1526
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— zapeando (@zapeandola6) January 2, 2020

Pese ha esta declaración, Cristina Pedroche ha reconocido que dar las Campanadas es un trabajo que la llena de felicidad. «A mí me encanta dar las Campanas, pero tampoco pasa nada. Soy una presentadora que puede hacer más cosas», ha indicado. Además, no ha dudado en reconocer que el vestido que llevó este martes «es el mejor de todos los años». Según ella misma ha explicado, se trataba de un diseño que le ayudaba a ‘protegerse’ de los comentarios malintencionados. «Quería mi armadura y mi coraza, frente a las críticas». Una afirmación similar a la que hacía en Nochevieja. «Con esta escultura siento que me puedo comer el mundo, que soy invencible e imparable. Me siento más poderosa que nunca», decía.