La bronca de Belén Esteban a Maite Galdeano, en su debut como presentadora de ‘Salvame’
La audiencia ha hablado y Maite Galdeano se ha convertido en presentadora de Sálvame Limón durante una hora. El programa, que desde hace unas semanas tiene presentadores rotativos en su franja de 16.00 a 17.00, ha dado una oportunidad a la madre de Sofía Suescun y como no podía ser de otra manera, ha arrasado con todo y todos.
La navarra, feliz y orgullosa, se disponía a comenzar su labor mientras recibía las felicitaciones de los colaboradores, a excepción de Belén Esteban. Y es que la princesa del pueblo estaba más indignada a causa de una grabación que se hizo pública hace unos días donde Maite cargaba contra todo el elenco de Sálvame e incluso contra la hija de la de San Blas: “a Gema la pusiste verde y, de mi hija, dijiste que era un bombo. Si tuvieras un poco de vergüenza nos pedirías disculpas”. Galdeano por su parte, intentado evitar males mayores, ha respondido lo siguiente: pido disculpas por si alguien se ha sentido ofendido. No lo hice con maldad. Me caéis todas muy bien y espero que me echéis un cable”. Belén sentenciaba el tema: “Hoy obedeceré, pero te agradecería que lo que pienses de mí o me lo digas fuera o delante para poder contestar”.
Mayte Galdeano y Belén Esteban durante su enfrentamiento /Mediaset
Maite comenzaba así su aventura como presentadora y con su habitual desenvoltura ante la cámara, pero Belén no ha sido la única disgustada con la elección de la audiencia. Kiko Matamoros tenía la cara descompuesta desde el inicio del programa y al parecer no es por Maite, sino porque no le gustaba como le había maquillado.
Su disgusto era tal que ha abandonado el plató. Galdeano, que no estaba dispuesta a que su debut fuera un fracaso, ha salido detrás del colaborador gritando: «a mí no me vas a hacer esto. Vuelve aquí, Kiko, por favor. ¡Ven aquí!». Matamoros, que ya estaba fuera de los platós de Mediaset, contestaba con un “¡Yo hago lo que me da la gana!”. La madre coraje volvía con las orejas agachadas a Sálvame: «si fuera por mí, le castigaba un mes sin venir».