El complemento con el que Sara Carbonero recuerda su año más redondo
Sara Carbonero estrenaba el presente Mundial de Fútbol por todo lo alto. Hasta Rusia se trasladaba con Iker Casillas para vivir el arranque de la competición deportiva, disfrutando de unos días en los que la toledana dejaba una buena muestra de estilo y tendencias veraniegas (con duelo incluido). Su escaparate particular, Instagram, se convertía en fuente de titulares gracias a maravillosos looks, como el vestido camisero de flores o el coulotte rojo con el que recordó los colores de la selección nacional.
Sin embargo, a buen seguro ese viaje despertó en la periodista cierta nostalgia por los momentos pasados. Aquellos en los que vivía a pie de campo la emoción de cada jugada micrófono en mano y despachaba confidencias en privado con el mismísimo portero de La Roja. Sara era una joven que había saltado de Marca a La Sexta y de ahí a Telecinco, escalando posiciones desde un programa de radio hasta ser el rostro femenino de los deportes de la cadena de Mediaset.
Primero fue la Copa Confederaciones, en 2009, cita en la que Casillas quedó prendado de ella. En febrero comenzaban la relación y en verano el mundo entero era testigo del mediático beso que, definitivamente, lanzó a la periodista al estrellato. Ya había sido elegido uno de los rostros más sexis del deporte anteriormente y su nombre no era para nada desconocido, pero aquel Mundial de Sudáfrica en 2010 es un evento que jamás podrá olvidar.
De él precisamente se ha acordado recientemente en Instagram. Ha compartido una ‘storie’ en la que enseña un complemento que tiene un significado especial; un colgante con una medalla en forma de África con un elefante troquelado. “Cuando ordenando joyeros encuentras cosas con mucho valor sentimental. Mundial 2010. Recuerdos de África”, comentaba junto a la imagen.
Aquella competición no solo consolidó a Sara Carbonero como rostro de la comunicación deportiva, sino que le abrió las puertas de un mundo nuevo y la convirtió en la de las Wag’s más envidiadas a lo largo y ancho del planeta. A partir de ahí, la historia ya la conocemos.