"NADA ES CASUAL"

Una experta en protocolo analiza el vestuario de doña Letizia en situaciones de crisis

En contextos de catástrofes, la ropa se convierte en un lenguaje político que comunica empatía o, por el contrario, desconexión

Mientras Letizia apuesta por tonos sobrios, Sánchez ha convertido su “camisa de los desastres” en un uniforme reconocible

Letizia en exterior, saludando con gesto de la mano levantada. (Gtres)
Letizia en exterior, saludando con gesto de la mano levantada. (Gtres)
  • Rosa Torres
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La reina Letizia es consciente de que cada movimiento suyo es observado con lupa. En un escenario tan delicado como la visita a las zonas afectadas por los incendios que este verano arrasaron buena parte de España, su indumentaria no fue un detalle menor. Elegir cómo vestirse en medio de la tragedia es, en sí mismo, un acto de comunicación política. La monarca optó por la combinación más básica y universal: una camisa blanca y pantalón de tonos caqui o verde, siguiendo una línea práctica y discreta. En Zamora, sin embargo, un detalle llamó la atención: la llevaba parcialmente metida por dentro, al estilo half tuck que domina el street style. Quizás consciente de que ese gesto podía eclipsar el mensaje principal, más tarde prefirió dejarla por fuera, evitando titulares superficiales en una jornada de dolor.

Según explica María José Gómez Verdú, CEO de Protocolo y Etiqueta y autora de Protocolo Pop, en estas apariciones no hay improvisación. «Hay un mensaje sutil, pero muy calculado. Los tonos caqui, verdes o neutros son estratégicos: comunican cercanía, sobriedad y respeto hacia el entorno afectado, al mismo tiempo que resultan prácticos para desplazarse por terrenos irregulares, como bosques o áreas rurales».

El rey Felipe VI y la reina Letizia han visitado las zonas afectadas por los incendios en Zamora. (Gtres)

El rey Felipe VI y la reina Letizia han visitado las zonas afectadas por los incendios en Zamora. (Gtres)

La experta señala que aquí entra en juego lo que denomina “protocolo flexible”: mantener la dignidad institucional sin perder conexión con la ciudadanía.  «La comunicación no verbal es aún más sofisticada: los colores neutros evocan discreción y empatía, evitando distracciones que puedan generar polémica o desviarse del foco de la visita: la atención a las personas afectadas», añade.

El rey Felipe VI acompañó a la reina con un atuendo similar: ropa funcional, tonos neutros y calzado resistente. En conjunto, la pareja proyectó la imagen de una monarquía cercana y consciente de la gravedad del momento, sin renunciar a la sobriedad que exige su papel institucional. La clave, según los especialistas, es mostrar que la Corona se ensucia los zapatos en el mismo barro que los ciudadanos, pero sin perder su representación simbólica.

Las sandalias de la ministra de Igualdad, Ana Redondo. (Gtres)

Las sandalias de la ministra de Igualdad, Ana Redondo. (Gtres)

Así las cosas, también se comentó la elección de calzado de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que acudió con sandalias. Los especialistas en estilo y comunicación lo señalaron como un gesto poco adecuado para el contexto porque se trataba de una zona con terrenos irregulares, donde el calzado debía ser seguro y práctico. Y porque, más allá de lo funcional, proyectaba un mensaje de desconexión con la realidad del terreno, en contraste con la ropa discreta y funcional de los Reyes.

La “camisa de los desastres” de Sánchez

Pedro Sánchez en primera línea, acompañado de responsables de emergencias y autoridades. (Gtres)

Pedro Sánchez en primera línea, acompañado de responsables de emergencias y autoridades. (Gtres)

La estrategia no es exclusiva de la Casa Real. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha convertido su vestuario en un signo reconocible. Desde 2022, cada vez que visita zonas afectadas por catástrofes, repite la misma prenda: una camisa verde de estilo informal, con vaqueros y botas. Tanto se ha repetido la imagen que ya ha sido bautizada popularmente como «la camisa de los desastres».

Vestuario y poder: un lenguaje cultural

El uso del atuendo como símbolo de poder no es nuevo. Reyes, presidentes y líderes de todas las épocas han vestido según lo que querían comunicar: uniformes militares en tiempos de guerra, trajes oscuros en funerales nacionales o vestimentas informales en visitas a catástrofes.

El profesor Javier Moscoso, especialista en sociología de la imagen, lo explica así: «El vestuario no es solo estética. Es un lenguaje visual que legitima la autoridad en contextos de crisis». Hoy, las camisas blancas o verdes cumplen la misma función simbólica que en otras épocas tenían las coronas o los uniformes: conectar con el pueblo y reforzar la idea de liderazgo.

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