¿Excentricidad o acierto?

Carlota Casiraghi recicla un vestido de su madre para el Baile de la Rosa

Baile de la Rosa
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El Baile de la Rosa es una de las citas monegascas que el mundo de la moda espera con ahínco cada año. Allí, los miembros de la realeza del Principado, así como numerosas personalidades del mundo fashion, se reúnen desde el año 1964 con el objetivo de recaudar fondos para la fundación Princesa Kelly. Sin embargo, la 63ª edición de la Fiesta de Mónaco, nos ha dejado un sabor de boca un tanto agridulce. Una vez hechos todos los repasos de estilo, toca sacar la lupa para averiguar por qué.

Por un lado, la falta de invitados fue uno de los aspectos más notables. Tradicionalmente, el príncipe Alberto y la princesa Charlène son los encargados de abrir el baile, sin embargo, los representantes de la Casa Real del Principado, no acudieron a la tradicional cita. En este sentido, fue la princesa Carolina la anfitriona de la noche.

Aunque su gran amigo Karl Lagerfeld estuvo a su lado para acompañarla en el Baile de la Rosa, ni su hermana, la princesa Estefanía, o sus hijos Alejandra y Andrea -ni, por tanto, Tatiana Santodomingo-, se dejaron ver por el Sporting Club de Montecarlo.

Baile de la Rosa

Beatrice Borromeo, Pierre Casiraghi, Carolina de Mónaco, Karl Lagerfeld y Carlota Casiraghi / Gtres

Quien sí que estuvo y consiguió salvar una noche marcada por los desastres estilísticos, fue Carlota Casiraghi. La nieta de Grace Kelly brilló con un vestido de aire retro muy acorde con la temática Art Noveau inspirado en el movimiento artístico austriaco de la Secesión de Viena. Aunque en un principio pudiese resultar demasiado sobrio, Carlota supo combinar el diseño de Haute Couture de Chanel con la tendencia.

Un vestido, que nos resultó especialmente familiar… Y es que, su madre, la princesa Carolina de Hanover lo lució en el año 2000 en la misma fiesta.

Con un maquillaje fresco compuesto por un sutil ahumado en los ojos y unos labios en color coral, el pelo peinado hacia un lado con unas marcadas ondas al agua que dejaba a la vista un un maxi pendiente de brillantes en una de sus orejas, Carlota era el vivo reflejo de la princesa Grace en la época dorada de Hollywood.

[Ver galería: Carlota Casiraghi, look de 10 en el Baile de la Rosa]

Llamativo fue cuanto menos el vestido de su madre. De color hueso con detalles negros, tul en las mangas y bajo del vestido con cientos de volantes, pendientes en clave maxi y un choker XXL, Carolina de Mónaco no dejó indiferente a nadie con el diseño de Lagerfeld, quien, por cierto, estaba bastante desfavorecido con un traje de terciopelo que combinó con una maxi corbata con broche mal anudada.

La reaparición de la Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi tras convertirse en papás por primera vez el pasado mes de febrero, era una de las más esperadas de la noche. No obstante, y aunque la italiana estaba guapa con su vestido azul con transparencias y pedrería bordada, que no le favorecía especialmente.

Los looks de las invitadas tampoco fueron especialmente remarcables. Aunque, si tenemos que quedarnos con alguno, es con el patinazo de la princesa Deena Aljuhani Abdulaziz de Arabia, que combinó un vestido de seda de color coral con una capa de terciopelo rosa.

¿Quieres ver los estilismos de las invitadas de la 63 edición del Baile de la Rosa? No te los pierdas en nuestra galería.

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