Las otras grandes joyas de los Reyes que pasaron desapercibidas en 2018
Las joyas de la Corona no son los únicos tesoros que guardan los Reyes, aunque algunos puedan pasar inadvertidos.
En 2018 doña Letizia ha sido más reina que nunca. Han pasado cuatro años desde que Felipe VI se convirtiera en Jefe del Estado y aunque desde el 19 de junio de 2014 la consorte tenía a su disposición la totalidad del joyero real, no ha sido hasta este año cuando ha lucido todas sus piezas, sin excepción, incluida la ‘Tiara Rusa’. Solo le queda ‘coronarse’ con el parure Niarchos, el conjunto de rubíes que el armador griego regaló a la esposa de don Juan Carlos, algo poco probable ya que es un conjunto privativo de doña Sofía, pero eso es otra historia que no nos compete ahora. Y es que hay un aspecto de los Reyes que se ha pasado por alto.
Pese a que por suerte o por desgracia todos los ojos suelen posarse en doña Letizia, lo cierto es que ella no ha sido la única que ha lucido grandes piezas a lo largo de este año que acaba de terminar. Don Felipe, siempre discreto en cuestiones estilísticas, no acapara tanta atención como su esposa pero también cuenta con una imponente colección de joyas que casi podría equipararse a la de la Reina.
Una pasión heredada
El Rey ha heredado de su padre la pasión por los relojes y de hecho, al igual que él, suele lucirlos en la muñeca derecha y no en la izquierda, como corresponde a los hombres. A sus 50 -casi ya 51 años- don Felipe puede presumir de contar con una impresionante colección de relojes cuyo valor asciende a más de 100.000 euros, aunque a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de las joyas de doña Letizia, los relojes de don Felipe son un bien privativo, no pertenecen a la Corona y además, al no tener hijos varones, se desconoce a quién se los legará.
Gran variedad de marcas… y precios
Ya desde su juventud, el actual monarca demostró su buen gusto y su afición por este complemento que siempre le acompaña. Cartier, Audemars Piguet, Breitling, Luminor Marina, Corum…. son numerosas las marcas que guarda don Felipe en su armario.
Cartier y Breitling se han confirmado como sus favoritas. De hecho, las ha elegido para sus grandes momentos. Fue un Breitling Aerospace de principios de siglo con calibre superquartz en versión de oro blanco el de su boda con doña Letizia y un Cartier de edición limitada modelo Roadster Automatic el del día de su proclamación como rey. Pero don Felipe tiene varios Breitling y varios Cartier en su haber. Cuenta con un clásico Santos Domunt de la Maison francesa fabricado en oro blanco, zafiro y piel cuyo precio asciende a 18.000 euros. De Breitling guarda un Aerospace Avantage Blue Dial (4.600 euros) con correa de plástico, un Aerospace Evo que se fabricó para los pilotos del Falcon F16, (6.500 euros) y un Aerospace Evo Titanio con la correa negra Volcano (3.170 euros ).
Hay otros relojes que utiliza menos pero que ocupan un lugar importante en la muñeca y en el corazón del monarca. Imposible olvidar el Corum Mens de esfera de 35 mm y correa de oro amarillo que lució en la boda de su hermana la infanta doña Elena (7.000 euros), el Panerai Luminor Marina de más de 30.000 euros que llevó el día del nacimiento de su hija la infanta doña Sofía o el Audemars Piguet que le regaló su padre con motivo de su 40 cumpleaños.
A tenor de todo esto, queda claro que no solo doña Letizia cuenta con grandes joyas en su haber, también don Felipe tiene a su disposición una imponente colección de relojes valorada en más de 100.000 euros. No son joyas de la Corona, pero casi como si lo fueran y prueba de ello estas joyas que han pasado desapercibidas en 2018.