El regalo que los duques de Sussex sí se han quedado
Lo han devuelto ‘casi’ todo, pero hay algo que han preferido conservar. Ya antes de su boda, el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron que no querían recibir ningún regalo, sino que preferían que se hicieran donaciones a siete organizaciones benéficas con las que habitualmente colaboraban. Pese a todo, los recién estrenados duques de Sussex no han podido evitar que muchas firmas e incluso personas anónimas les obsequien con presentes por valor de más de nueve millones de euros.
Los Duques de Sussex en su primera aparición pública tras su enlace / Gtres
Hasta el Palacio de Kensington han llegado cientos de paquetes para agasajar a la pareja, pero como bien marca el protocolo, todos los obsequios habrán de ser devueltos para evitar que los novios se conviertan en objetivos publicitarios. Sin embargo, hay un regalo que Harry y Meghan sí van a conservar y lo van a hacer con un especial cariño.
Inside of York Cottage on the Sandringham Estate in 1897 when it was home to George V and Queen Mary, then Duke and Duchess of York.
Metro is reporting The Queen will give the cottage to Harry and Meghan. pic.twitter.com/7ZheqcDl4x
— Fabulous Four Updates (@Fabulous4Update) 2 de junio de 2018
Se trata de un presente que viene de manos de la propia de la reina Isabel y que al igual que sus títulos, es ya una tradición entre los Windsor. Como ocurrió en el caso de los duques de Cambridge o incluso en el de los hijos de la monarca, los recién casados han recibido una propiedad en Sandringham. A Harry y a Meghan les ha correspondido York Cottage, una finca de 8000 hectáreas que data de los tiempos de Eduardo VII, quien regaló la casa a su hijo, el futuro rey Jorge V en 1893.
Aunque ahora los Duques viven en el Palacio de Kensington, disfrutarán de esta casa para sus escapadas de fin de semana o en vacaciones. Hasta ahora, la finca se utilizaba para acoger al personal de las visitas de Estado.