El efecto Juan Carlos pone en jaque los planes de Felipe y Letizia
Este año en el que la pandemia que azota al mundo ha cambiado la vida de todos, los planes de vacaciones se ven alterados para la gran mayoría de españoles. En el caso de los Reyes Felipe y Letizia no es el virus el que más estragos ocasiona en la Zarzuela. El “efecto Juan Carlos” ha puesto en jaque los cimientos de esa Casa. Llamar y preguntar por los planes de vacaciones me descubre la incertidumbre en la que trabaja el equipo encargado de atender a los medios en el departamento. ¿Vacaciones? Nadie pronuncia esa palabra. Son días muy complicados para los Reyes Felipe y Letizia. Las noticias sobre el rey Juan Carlos, investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo por posible delito fiscal y blanqueo de capitales, afectan incluso más que la terrible crisis sanitaria de la Covid-19 en la que los Reyes se han implicado desde el minuto 1.
Los Reyes han estado implicados en la crisis del COVID-19 desde el principio/Gtres
Tras la fase de emergencia y confinamiento, periodo en el que don Felipe y doña Letizia conectaban a diario por videoconferencia desde la Zarzuela con autoridades y con representantes de diferentes colectivos, llegó después el momento de personarse en algunos escenarios clave de la comunidad de Madrid. No podían viajar. Los vimos acudir al hospital de campaña en Ifema, en Merca Madrid, visitar las instalaciones de la Central de Emergencias 112, en el Centro de Transportes de la localidad de Coslada, en el centro cultural El Matadero, en el Museo de Ciencias Naturales… Ahora que este lunes finaliza el estado de alarma y que se permite la libre circulación de los ciudadanos entre autonomías, han programado el mes de julio para viajar a todas las comunidades de España. Me explican desde el departamento de Prensa que los Reyes quieren conocer de cerca la situación que viven los españoles, viajar y comprobar in situ las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. Serán, en su mayoría, viajes de ida y vuelta y, según las autonomías, visitarán los sectores más afectados, como el turismo o la hostelería. Habrá ciudades en los que vayan a las playas, en otras, a parques naturales o, en algunas de la costa, se interesarán por la situación de los pescadores. Los viajes empiezan este miércoles en Canarias, concretamente en las islas de Gran Canaria y Tenerife, y el próximo día 25, en Baleares, donde viajarán a Mallorca. Se trata de apoyar la reanudación de un país que intenta levantar cabeza en esta pandemia, tras finalizar el estado de alarma, me detallan con interés. Está todo preparado y perfilan aún la agenda para cerrar los días en los que visitarán el resto de las autonomías. Don Felipe y doña Letizia, si me permiten, tienen mucha plancha. Aplaudo la iniciativa. La gente quiere ver a los Reyes, sentir que se preocupan, trasladarles su situación. Hay quien no, pero de todo hay en esta nuestra viña. La mayoría, sí; y esperan su apoyo. Don Felipe se mantiene firme, quiere apartarse del escándalo. Se aleja, viaja, pone los pies en la tierra, su tierra, la de la Corona, y se centra en el marco del trabajo. Sabe hacerlo muy bien. No puede controlarlo todo, pero su agenda, sí. Julio será un mes dedicado a los españoles.
Don Felipe y doña Letizia van a viajar por toda España ya que quieren comprobar de primera mano las consecuencias sociales y económicas de la pandemia/Gtres
Aquel heredero, educado para reinar y entregado desde niño con amor y convicción a la Corona de España, nunca pensó que tendría que pasar por ver a su padre investigado por presuntas comisiones y blanqueo de capitales. Poca broma, que la cosa está bien fea. La Fiscalía del Tribunal Supremo investiga el papel de don Juan Carlos, si cobró en 2008 una comisión de 100 millones de euros por conseguir la adjudicación de las obras del AVE a la Meca para un consorcio de empresas españolas; si es cierto que ese dinero lo ingresó en una cuenta en Suiza, no él directamente, claro, si no mediante testaferros, y que se crearan varias sociedades para manejar el negocio. El problema se agrava cuando la investigación apunta a que ese dinero nunca lo declaró, tampoco en 2014, después de su abdicación. Y empeoró aún más cuando en marzo pasado, recién iniciado el estado de alarma en nuestro país, trascendió en los medios que don Felipe aparecía como beneficiario de una de las fundaciones investigadas y también la princesa Leonor. El Rey se apresuró a anunciar públicamente que renunciaba a tal herencia, que desconocía absolutamente todo el asunto y que retiraba la asignación anual a su padre. Ruptura total. No, no están los tiempos como para pasar las vacaciones juntos. De hecho, llevan años viéndose lo justo y necesario en Mallorca, lugar donde tradicionalmente se ha reunido la Familia Real en la temporada estival, antes de que estallaran los escándalos Noos-Urdangarin y Botsuana- perdón público de don Juan Carlos.
Se desconoce si los Reyes estarán un año más en Mallorca con sus hijas/Gtres
Sobre los planes, no tienen nada decidido o, de ser así, no lo van a comunicar, de momento. Sin noticias de Mallorca. Nadie confirma la cita ni lo contrario. El ‘efecto Juan Carlos’ ha corrido un tupido velo y mejor ir viendo cómo transcurren los acontecimientos y luego actuar. Sin embargo, siendo coherentes con esta política de apoyo a un país que lucha inmerso en una crisis económica sin precedentes, alentar el turismo patrio es imprescindible; de ley; casi una cuestión de honor. Entiendo que los Reyes terminarán por ir a Palma con las infantas Leonor y Sofía, visitar la isla, posar para los medios, y celebrar las recepciones y las audiencias locales que quizá sean más necesarias que ningún otro año. Don Felipe es pura reflexión, compromiso, determinación, cercanía y lealtad. Anunció en su proclamación como Rey, hace ahora seis años, “una monarquía renovada para un tiempo nuevo”. No fallará.