CRISIS EN LA MONARQUÍA

El ‘abuchómetro’ vuelve a convertirse en la pesadilla de la Familia Real

letizia sofia
Letizia no ha sido la primera en recibir abucheos / LOOK
  • Andrea Mori
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Increíble pero cierto. Después de muchos esfuerzos por ‘limpiar’ la imagen de la Monarquía, la Familia Real se enfrenta a una nueva crisis. Un vídeo compartido en la red ha sido el causante de que la aparentemente buena sintonía entre doña Letizia y doña Sofía, se haya quedado en eso, aparente. Las imágenes a las puertas de la catedral de Palma han dejado al mundo entero con la boca abierta. La madre del Rey, desairada por su nuera y por nieta cuando trataba de hacerse una fotografía con las niñas. Una secuencia que ha dado la vuelta al mundo y ha provocado todo tipo de reacciones.

La reina Letizia es despedida con gritos e insultos/ Gtres

Hacía mucho que no se escuchaban abucheos en un acto oficial, al menos que tuvieran que ver de forma tan directa con las actitudes de la primera familia. Bien es cierto que en los últimos tiempos el Rey se ha enfrentado a situaciones un tanto complicadas por la crisis catalana, pero se trataba de manifestaciones que no estaban directamente relacionadas con su núcleo familiar, sino derivadas de la inestabilidad política.

Urdangarin en la Audiencia de Palma / Gtres

Imposible olvidar los pitos y críticas a Iñaki Urdangarin en su famoso ‘paseíllo’ hacia la Audiencia de Palma cuando acudía como imputado por el caso Nóos, cuya sentencia definitiva conoceremos en unos días. Unos gritos que estaban justificados si se tiene en cuenta las acusaciones a las que el entonces duque había de hacer frente. Caprichoso el destino que ha querido que el vídeo que ha hecho que ahora la popularidad de doña Letizia esté bajo mínimos fuera captado precisamente en el mismo lugar en el que su cuñado, a quien desde que fue defenestrado por la opinión pública no ha vuelto a ver, fue abucheado por primera vez.

Crisis en la Monarquía

La abdicación de don Juan Carlos tenía entre otros objetivos poner fin a la crisis que arrastraba la Monarquía desde hacía algunos años y dar un aire nuevo y fresco a la Corona. Una crisis motivada por el escándalo Urdangarin y las conductas poco apropiadas del entonces Rey, como su relación con Corinna Zu Saynn Wittgenstein o la cacería en Botsuana. Actitudes que motivaron el desprestigio de la Institución y casi el rechazo por parte de una España en crisis muy molesta con su Rey.

Pese a que en el pasado hubiera sido algo impensable, a partir  2012, -justo un año después de que estallara el escándalo Nóos y a los meses del incidente de Botsuana- los abucheos se convirtieron en algo habitual en los actos en los que participaban los miembros de la Familia Real. La infanta doña Elena, entonces aún parte de la primera familia, fue la primera en sufrir las consecuencias. En mayo de 2012, la hija del Rey fue recibida entre gritos y abucheos cuando acudió a la entrega de trofeos de la final del  Masters 1000 de tenis de Madrid.

La infanta Elena en el Masters de Madrid / Gtres

Fue la primera ‘pitada’ de las varias que se sucederían a lo largo del año. Hasta la fecha, la Casa Real había contado con el apoyo y el beneplácito popular y no se había visto en una situación de este calado. Solamente el monarca había sufrido algún que otro abucheo en encuentros de fútbol por parte de independentistas. Un escenario similar al que hasta ahora vislumbraba su hijo, que solo se enfrentaba a los abucheos de las minorías antimonárquicas. 

Los príncipes de Asturias fueron los siguientes en enfrentarse al rechazo popular. El 17 de septiembre, en la inauguración del curso escolar en un colegio público de Fuensalida. Fue la primera, pero no la última de las ‘pitadas’ en su contra y, de hecho, los entonces herederos resultaron los más perjudicados. Un mes después, junto a la Reina,  fueron abucheados a su llegada al teatro Campoamor para la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.

Los todavía Príncipes en Fuensalida / Gtres

Quien podía librarse de la ‘quema’ era la esposa de don Juan Carlos, cuya reputación siempre había quedado intacta. Sin embargo, la furia popular alcanzó tal punto dicho año que hasta doña Sofía sufrió el escarnio público. Fue en noviembre, en la entrega de los Premios Jaime I en Valencia.

La Familia Real en los Premios Príncipe de Asturias 2012 / Gtres 
Desde el ‘incidente’ de Botsuana y el estallido del escándalo Nóos, la presencia  de don Juan Carlos en actos oficiales se fue reduciendo de manera considerable. Pese a esta ‘reducción’, el monarca -acompañado de su hijo- no se libró de los abucheos y fue foco de una sonada pitada en el Vicente Calderón en junio de 2012, en la  final de Copa de fútbol entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao. Unos meses más tarde, la escena se vovió a repetir en el Buesa Arena de Vitoria, durante la final de la la Copa de baloncesto entre el Barcelona Regal y el Valencia Basket.
Don Juan Carlos en el Buesa Arena de Vitoria / Gtres

Los motivos de la disminución de la actividad del soberano eran evidentes. Por un lado, su estado de salud no era especialmente favorable, y por otro, los Príncipes eran quienes mejor podían ‘limpiar’ la imagen de la Corona, aunque ello supusiese enfrentarse a la ‘furia’ popular. Una decisión inteligente que culminó con la abdicación del monarca en 2014 y la recuperación paulatina del prestigio de la Familia Real.

Sin embargo, nada parece para siempre, y el desencuentro de doña Letizia con su suegra en Palma no solo ha sido desafortunado e inoportuno, sino que podría costarle muy caro al monarca. En un momento en el que parecía que el reinado de Felipe VI comenzaba a consolidarse – especialmente tras el golpe de efecto con motivo del referéndum catalán-, esta situación vuelve a poner en riesgo la popularidad de la Monarquía, ya que doña Sofía es uno de los miembros más queridos de la familia.  Las primeras consecuencias ya se han visto, habrá que esperar a ver hasta dónde es capaz de llegar la marea…

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