Archie Harrison ‘atrapado’ en Estados Unidos hasta la mayoría de edad

El príncipe Harry y Meghan Markle llevan ya casi tres meses residiendo en Los Ángeles, ciudad natal de la exactriz a la que se trasladaron junto a su hijo Archie después de una temporada en Vancouver. Aunque por ahora no se ha confirmado si la pareja ha encontrado un hogar a su gusto en el que invertir de cara al futuro, Meghan y Harry parecen haber encontrado en la mansión que el productor Tyler Perry tiene en la zona de Beverly Ridge Estates, todas las comodidades para estos primeros meses en la ciudad de las estrellas. Sin embargo, la tranquilidad de la que disfrutaron las primeras semanas de su estancia se ha visto interrumpida desde que se descubrió el lugar en el que se alojaban, hasta el punto de que no solo han colocado paneles de protección contra las miradas de los curiosos, sino que, además, en más de una ocasión se han visto forzados a llamar a la policía tras avistar drones que volaban demasiado bajo.

Si bien en un principio la pareja estaba sola en la casa, en compañía de su hijo Archie, que cumplió su primer año de vida en la mansión, ahora parece que, ya cuenta con la compañía de Doria Ragland. Varios medios confirman que la madre de Meghan Markle se ha mudado a la propiedad y que Harry se lleva de maravilla con ella. Fue el pasado 10 de mayo, Día de la madre en EEUU cuando Meghan pudo reencontrarse con su madre y desde entonces la está apoyando en todo lo relacionado con Archie.

A pesar de que los Sussex mantienen su residencia en Windsor, Frogmore Cottage, y que han comenzado a pagar la costosa reforma que se hizo de la propiedad con fondos públicos, por el momento no parece que tengan intención de regresar al Reino Unido, mucho menos dada la actual situación.

Sin embargo, esta cuestión pone un dilema sobre la mesa relacionado con Archie. ¿Qué ocurriría si, en el peor de los escenarios, la pareja se separase?. Pues bien, dado que el pequeño reside en la actualidad en EEUU, sería complicado que pudiera regresar al Reino Unido si su padre decidiera volver a vivir allí. Así lo ha confirmado la experta en Casa Real Lady Colin Campbell en su espacio “Chatting with Lady C”. «Si el hogar matrimonial de alguien está en Inglaterra y se divorcian o se separan, el niño debe permanecer en Inglaterra hasta que tenga 18 años, salvo el consentimiento de las partes interesadas”, ha dicho la experta. Una situación que aplica en otros países como EEUU o Francia, todos aquellos que pertenecen a la Convención de La Haya.

«Eso significa que una vez que Meghan y Harry se trasladaron a EEUU con Archie y establecieron allí su base, si se diera el caso de una separación o divorcio, a menos que Meghan acepte que el pequeño vuelva a Inglaterra, Archie se quedaría ‘atrapado’ en América hasta los dieciocho años”, asegura Lady Campbell. La Convención de La Haya prima sobre cualquier otra norma. Se creó para abordar una brecha en el Derecho Internacional con respecto al retorno inmediato de los menores llevados al extranjero por uno de los padres sin el consentimiento del otro. Es fundamental que cualquier padre separado obtenga el permiso de su expareja para reubicar a un menor en un país de residencia distinto al habitual.

De esta manera, si Harry y Meghan decidieran poner fin a su matrimonio, Archie tendría que quedarse atrapado en Los Ángeles. Esta norma no contempla una excepción que podría ocurrir cuando Carlos de Inglaterra fuera rey. En ese caso, todos sus nietos pasarían a estar directamente bajo su custodia, como lo están ahora los nietos menores de la reina Isabel (no los bisnietos). De esta manera, podría surgir un conflicto si el hoy príncipe de Gales, como tutor de Archie, reclamara su retorno al Reino Unido.