Charlene de Mónaco, improvisada estilista del príncipe Alberto con dudoso éxito

El Principado de Mónaco está viviendo unas semanas de mucha intensidad. Este fin de semana, en concreto, el domingo, se celebra el tradicional Día Nacional, que este año tiene un mayor significado porque se está conmemorando el centenario del nacimiento del príncipe Rainiero, padre del soberano y de las princesas Estefanía y Carolina. Una jornada en la que veremos, previsiblemente, a todos los Grimaldi unidos, algo poco habitual en la familia el príncipe Alberto, ya que no son muchas las ocasiones en las que coinciden todos.

Antes de que llegue esta fecha, en los últimos días, tanto el príncipe, como su esposa y otros miembros de la familia han participado en diferentes compromisos. Uno de los más importantes tenía lugar, precisamente, este jueves, cuando Alberto y su esposa, la princesa Charlene, acudían a la tradicional entrega de regalos de Cruz Roja Monegasca. El príncipe es presidente de la organización, con la que los Grimaldi tienen un vínculo muy estrecho que se remonta varias décadas atrás. Por su parte, su esposa ejerce como vicepresidenta. Asimismo, al acto también acudió la hija menor de la princesa Estefanía de Mónaco, Camille Gottlieb, que ocupa un cargo en la organización, relacionado con la sección juvenil.

El divertido detalle de la princesa Charlene

Ha sido una jornada relajada y distendida, en la que la princesa Charlene se ha mostrado especialmente sonriente. Después de una etapa en la que cada una de las apariciones públicas de la ex nadadora se cuestionaban y analizaban hasta el mínimo detalle, ahora parece que la mujer del príncipe Alberto se encuentra más cómoda en su papel.

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No hay que olvidar que los últimos tiempos han sido muy complicados para ella, a raíz del problema de salud que la mantuvo varios meses sin poder salir de Sudáfrica, a lo que se añaden los constantes rumores de crisis que siempre han perseguido al matrimonio y que, en ocasiones, tanto Alberto como Charlene, se han visto obligados a desmentir.

En un momento de la entrega de regalos, la princesa Charlene cogió una corbata con un llamativo estampado y muy colorida y la colocó sobre la camisa de su marido, haciendo las veces de improvisada estilista. Un detalle que ha llamado mucho la atención y que provocó las risas de ambos, que se miraron de manera muy cómplice. Sin duda, ambos se encuentran en un buen momento después de una etapa en la que su matrimonio ha estado en el punto de mira.

A las puertas del gran día

En esta semana, aunque el soberano ha tenido algunos compromisos en solitario, los príncipes también han participado juntos en la puesta a punto de unos cañones que fueron los que se utilizaron en el anuncio del nacimiento del príncipe Rainiero y que, previsiblemente, también se van a utilizar para el próximo Día Nacional. Una cita en la que estuvieron también las princesas Estefanía y Carolina y Luis Ducruet, sobrino del príncipe Alberto de Mónaco.