Primeras palabras de Kiko Rivera tras su supuesta infidelidad a Irene Rosales

Un nuevo escándalo salpica al matrimonio de Kiko Rivera e Irene Rosales. Este miércoles su unidad familiar estallaba por los aires con una comprometida información que lanzaba Pepe del Real. Al parecer, según el periodista, el hijo de Isabel Pantoja podría haberle sido infiel a su mujer. Hasta el momento, solo se había pronunciado Irene Rosales que aseguraba iba a demandar a la chica implicada en la supuesta deslealtad de su marido.

Sin embargo, casi 24 horas después, ha sido el protagonista de la historia, Kiko Rivera quien ha decidido poner palabras a lo sucedido: “Yo no me rindo. Intentan hundirme, pero no lo consiguen. Me pueden quemar el dolor, pero resurjo de entre mis cenizas con esa jodida sonrisa que tengo siempre en la cara”, ha escrito el cantante junto a una instantánea de él mismo.

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Yo no me rindo. Intentan hundirme pero no lo consiguen,me puede quemar el dolor pero resurjo de entre mis cenizas con esa jodida sonrisa que tengo siempre en la cara. Que tengan un feliz y bonito día. #kikorivera #2020

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¿A quién van dirigidas esas palabras? ¿Está su matrimonio en peligro? Lo cierto es que en la misma publicación y pocos minutos más tarde, ha sido su mujer Irene Rosales quien le ha contestado escribiendo caritas sonrientes en señal de acuerdo con sus palabras. Con esta publicación y la respuesta de su mujer, parece que el matrimonio sigue unido ante lo que parece un complot contra ellos.

Su matrimonio en el ojo del huracán

Los últimos días del año, la palabra crisis comenzaba a golpear con fuerza al matrimonio de Kiko Rivera e Irene Rosales. La ausencia de la mujer del DJ en la cena de Nochebuena y la falta de publicaciones juntos en Instagram provocó que saltasen todas las alarmas, sin embargo, no fue hasta este miércoles cuando desencadenó el apocalipsis.

Pepe del Real desveló que el pasado 4 de enero Kiko Rivera llegó a un hotel en la localidad de Padrón, A Coruña -donde se había producido su última actuación- acompañado de un hombre y una mujer rubia. Al parecer todos fueron a la habitación del músico donde se escucharon risas y jaleo. Horas más tarde, la alegría fue interrumpida por el marido de la chica aporreando la puerta e instando a salir a su mujer con el aviso de llamar a la policía si no lo hacía. Los empleados del hotel confirmaron la información ya que fueron los que se encargaron de convencer a la mujer para que saliese de la habitación.