Datos exclusivos: Los números que muestran la caída de Miguel Bosé
De modelo a seguir a tener su imagen por los suelos. Revelamos las cifras que reflejan el abrupto bajón que Miguel Bose ha experimentado a ojos de la sociedad, sobre todo tras su última aparición televisiva.
Miguel Bosé ya no es el que era. Ya no es aquel ídolo de masas que arrasaba hace algunas décadas y que levantaba pasiones allá por donde pisaba. Una afirmación contundente, igual que su discurso negacionista con la pandemia, pero que no lo sostiene quien escribe sino los números. Al menos así lo entiende la opinión pública, que de unos años a esta parte ha ido castigando al cantante perdiendo la confianza en su figura. Su imagen social ha caído con estrépito hasta el punto de ser el personaje público que más ha reducido este aspecto en los últimos dos años.
Poco queda de aquel veinteañero imberbe que empezó a despuntar en los 70 en la danza al ser instruido en Londres con Lindsay Kemp, en París con Martha Graham y con Alvin Ailey en Nueva York. Hijo de uno de los toreros más famosos de la época, Luis Miguel Dominguín, y de la ganadora de Miss Italia 1947, Lucía Bosé, siempre tuvo todas las miradas puestas en él por ser hijo de quien era pero también por su talento en ciernes. Él se definía como un niño solitario, pero pronto ocupó las portadas de las principales revistas del mundo, haciendo reportajes en español e italiano junto a toda una prima donna como era su progenitora.
Miguel Bosé, con un retrato de su madre Lucía / Gtres
Artista, atractivo y de buena familia, Miguel Bosé lo tenía todo para triunfar. De hecho, lo hizo. Era un modelo a seguir, sobre todo para el público femenino, que veía en él un ídolo aspiracional, que marcaba tendencia y que aunaba una serie de valores que lo dejaban siempre en muy buen lugar. Pero algo cambió en el año 2008. De la mano de Personality Media, empresa española líder en el análisis de imagen y posicionamiento de personajes públicos, analizamos la caída del mito Bosé desde ese año a la actualidad. Un descenso que se aprecia con absoluta claridad en la siguiente infografía.
Así ha sido la evolución social de Miguel Bosé desde el año 2008 a la actualidad / Personality Media
Todos los marcadores empiezan a descender hace 13 años, poco después de que el artista lance al mercado su conocido disco ‘Papito’, y tres antes de que vinieran al mundo sus hijos con Nacho Palau. Su imagen de marca empieza a perder fuelle entre el grueso de mujeres analizadas. Una bajada progresiva, con altos y bajos, que tiene un ligero repunte en el 2017, mismo año que muere su sobrina, Bimba Bosé. Desde entonces, la caída es tal que en diciembre de 2020 ya suspende en todos los indicadores con notas por debajo del 4 sobre 10.
El estudio confirma que el detonante de la caída de Miguel Bosé es su posicionamiento político. La sociedad penaliza esto y en función de la repercusión de sus palabras premia o castiga. En su caso fue la segunda opción. No gustó que dejara su trayectoria artística para poner el foco en aspectos como la crisis de Venezuela o sus enfrentamientos públicos con la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Miguel Bosé / Gtres
Pero la gota que colma el vaso se produce en el año 2020, cuando el cantante de ‘Amante bandido’ se posiciona claramente con su polémica opinión de la COVID-19. Bosé sostiene una conspiración entre Bill Gates y el gobierno de Pedro Sánchez para controlar a la población. Se erige como un líder negacionista hasta el punto de convocar una manifestación contra el uso de mascarilla a la que no acudió.
Miguel Bosé, con Évole / La Sexta
Su pensamiento irrumpe con fuerza en 2020 pero no es hasta este mismo mes de abril de 2021 cuando estalla a raíz de su entrevista con Jordi Évole. La charla con el periodista de La Sexta sirve para ver a un Miguel Bosé más deteriorado que antaño. Sus fuertes declaraciones no pasan desapercibidas y su nombre vuelve a estar salpicado por una polémica que nada tiene que ver con la faceta que le hizo grande: la música. ¿El resultado? Más descenso de su valor social. Si bien la charla con el periodista no está reflejada en el estudio de arriba, no cuesta imaginar que la sociedad le haya penalizado más todavía, si cabe.
LA VERDAD ™#LoDeBosé pic.twitter.com/seFhdsBaxH
— Lo de Évole (@LoDeEvole) April 18, 2021
El cantante se llevó una catarata de críticas en redes sociales y en medios de comunicación por su postura negacionista. Sin embargo, él mismo denunció tras la entrevista la encerrona que Évole le había hecho una encerrona: «Me llamó por la admiración mutua que existe entre los dos y le dije que sí, pensando que el resultado de la entrevista iba a ser otro, iba a ser mejor, iba a ser más respetuoso, porque el alardea mucho de que yo soy a su amigo…pero si trata así a sus amigos no sé cómo tratará al resto», comentó.
Miguel Bosé, más vale lo malo conocido
Ha quedado claro que su postura ante la pandemia le hace suspender ante los ojos de la gente. ¿Por qué tiene Bosé un posicionamiento político tan marcado? ¿Busca más protagonismo? En un principio no le hace ni pizca de falta Para Santiago de Mollinedo, director de Personality Media, esto llega «por un momento de ego, de equivocación, de estar mal asesorado». Cree que «no necesita notoriedad porque le conoce el 95% del total de población, incluido los más jóvenes. Además es uno de los artistas más conocidos en Latinoamérica a la altura de Alejandro Sanz o Enrique Iglesias. En México, país donde reside actualmente, le identifica el 97% de población total», comentó en el programa ‘La Redacción’ de Telemadrid.
Sea cual sea su estrategia, los datos muestran que no es del todo acertada. Los tres conciertos que tiene agendados este verano en España serán un buen termómetro para calibrar si el mito Bosé se desvanece ¿para siempre?