Kiko Rivera acorrala a Agustín Pantoja y lo denuncia por varios delitos que contemplan pena de prisión
El músico ha comenzado a tomar medidas legales para resolver la polémica situación que tantas horas de televisión ha ocupado
El cisma familiar Rivera Pantoja se agrava y llega a los juzgados. No hay marcha atrás. Fue el pasado 12 de abril cuando Kiko Rivera, hijo menor de Francisco Rivera ‘Paquirri’, presentaba en los juzgados de Chiclana de la Frontera una denuncia penal por los presuntos delitos de apropiación indebida y estafa contra Agustín Pantoja Martín, hermano y mano derecha de su madre, la archiconocida artista sevillana Isabel Pantoja. Instalado en Cantora, la finca que dejó en herencia Francisco Rivera ‘Paquirri’, será el juzgado número 2 de los de Chiclana, partido judicial de Medina Sidonia, localidad gaditana donde se ubica la mencionada finca, el que abra diligencias de investigación para esclarecer los hechos por los que Kiko denuncia a su tío.
Isabel Pantoja sigue manteniendo a su hermano Agustín a su lado / Gtres.
La denuncia nada tiene que ver con los famosos poderes generales que Agustín Pantoja solicitó a su sobrino, ni con el poder especifico que también le requirió, cuando Isabel Pantoja se encontraba cumpliendo condena de prisión por el caso Blanqueo en una cárcel sevillana, para negociar con Hacienda una hipoteca. Kiko ya declaró públicamente que una de las primeras gestiones que realizó, tras descubrir presuntas irregularidades en la gestión del patrimonio que heredó de su padre, fue la revocación total ante notario de los poderes que en su día otorgó a su tío Agustín. Es más serio aún. La denuncia penal por los presuntos delitos de apropiación indebida y estafa tienen que ver “con documentos que atañen tanto a madre e hijo (Isabel Pantoja y Kiko Rivera) y que firmó Agustín Pantoja”. Los delitos de apropiación indebida (adquisición consciente de algo en perjuicio de otra persona) y estafa (delito conta el patrimonio de otro y que requiere engaño previo, generalmente) contemplan entre 1 y 4 años y 6 meses a 3 años, respectivamente. Las diligencias de investigación aún deben concluir, pero ya no hay marcha atrás.
“Kiko Rivera va a muerte contra su tío”, con quien se ha criado y a quien tenía en gran estima, según me asegura una persona muy cercana al Dj. En el último año, las cosas entre ellos se fueron complicando. La relación era “tensa y han tenido más de una”, según palabras de quien bien lo sabe. La pandemia, el confinamiento y los problemas de trabajo de Rivera, que se vio obligado a suspender actuaciones a partir de marzo de 2020, y su falta de ingresos le afectó de manera considerable. Fue en agosto, el día 2 concretamente, cumpleaños de su madre cuando la supuesta paz familiar estalló. Ese día el Dj encontró en Cantora los trastos de torear de su padre, esos que según Isabel Pantoja habían sido robados hace años, y el motivo para no entregárselos a sus legítimos herederos, los hijos mayores de Paquirri, Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez. Con el hallazgo, el hijo menor del desaparecido diestro abrió la caja de “Cantora” y perdió, quizá, mucho más de lo que ganó. Perdió la confianza en su madre, el trato con ella y con su hasta entonces querido tío Agustín. La herencia de su padre, en la picota. Muchas dudas, ¿mentiras?, cuestiones sin resolver y una deuda millonaria que embargaba la finca familiar, con más de un millón de impago de una hipoteca que pidió su madre en el año 2002, y embargos preventivos de Hacienda que ponían en peligro la propiedad.
Kiko Rivera en una imagen de archivo./Gtres
La ruptura llegó en octubre pasado, tras la entrevista en ‘Sábado Deluxe’ en la que Kiko reprochó a su madre falta de atención en un momento en el que se sentía mal, “en el subsuelo”, según dijo. Desde entonces, madre e hijo ni se hablan, ni se tratan. Después, en el especial televisivo ‘Cantora: la herencia envenenada’ acusó a su madre de gestión irregular de su patrimonio, mientras fue menor e incluso después de alcanzar la mayoría de edad. El cisma familiar se coronaba en plató y la opinión pública, testigo de la guerra que madre e hijo iniciaban. Kiko pedía explicaciones. La cantante no respondía. Su primogénito anunciaba entonces acciones legales si no se le daba toda la información que requería. Han sido meses de trabajo, de revisar documentación, contratos, poderes y un sinfín de cuestiones sobre su patrimonio. Cero contacto maternofilial. No todo está como él esperaba y tras la gran decepción que ha supuesto averiguar aquello que nunca imaginó, Kiko Rivera dispara e interpone una denuncia penal, pero no contra su madre, sino contra Agustín Pantoja. A la cantante le ha enviado un requerimiento notarial, tras varios intentos que la artista rehusó aceptar, tal y como informó ‘Look’ hace varias semanas, en el que le solicita información detallada sobre la gestión de su patrimonio y sobre las subvenciones que la finca Cantora ha recibido, así como la entrega de pertenencias personales que heredó de su padre.
Entiendo que la situación no puede llegar al disparate de una demanda por parte de su propio hijo ante la falta de información sobre la gestión que haya hecho del patrimonio que heredó de su padre. Enrocada en el silencio, hasta ahora, Isabel podría solucionar la situación explicando punto por punto aquello que su hijo, uno de los herederos universales de Paquirri, junto a sus hermanos Francisco y Cayetano, le ha requerido desde hace tiempo. Y digo hasta ahora, porque ya ha comenzado conversaciones, a través de su abogado -que, en este asunto, no es el penalista Francisco Baena Bocanegra-. Están al habla. Tío Agustín, denunciado.