El improvisado plan de vida de Kiko Matamoros tras su divorcio
Kiko cree que la separación es definitiva
En unas semanas iban a cumplir dos años de casados
A veces los planes se precipitan, y a juzgar por la actitud de uno y otro, es lo que debe haber ocurrido en el caso de la separación de Kiko Matamoros y Makoke. Hace dos semanas que se hizo pública la noticia y desde entonces todos los movimientos de la ya expareja han sido analizados.
Poco después de anunciarse la ruptura Makoke puso rumbo a Málaga, su tierra, sin Kiko, y permaneció allí algunos días. Mientras tanto él ha estado en Madrid, ha acudido al plató de ‘Sálvame’ a su sección como defensor de la audiencia donde ha respondido a todas las preguntas que se le han hecho al respecto de su vida personal, y ha seguido ocupando su domicilio familiar.
Pero al regresar Makoke todo ha cambiado. Kiko ha hecho una pequeña maleta y tal y como reflejan hoy unas imágenes publicadas por la revista Hoy Corazón, se ha ido a casa de su hija Laura Matamoros. Ha sido Ana, la pequeña de la familia, la que le ha llevado hasta allí, vestido con su clásico estilo de americana y vaqueros, con el semblante muy serio y portando una pequeña maleta.
Este giro indica que todavía no está del todo claro cual es la hoja de ruta que van a seguir, que probablemente en casa de Laura permanezca el tiempo justo que necesite para saber dónde quiere asentarse ahora que su matrimonio se ha roto y según él ha declarado no hay vuelta atrás. No todo el mundo opina lo mismo, Diego Matamoros cree que esto es una estrategia más para vender exclusivas y ganar dinero puesto que su padre tiene una gran deuda con Hacienda.
Pero para saber si tiene razón el padre o hay que dársela al hijo solo cabe esperar, dejar que pase el tiempo e ir conociendo cuales son los siguientes capítulos de la historia. La pareja llevaba 17 años de noviazgo, dos de matrimonio y una hija en común. Y si las cosas son tal como Kiko se las ha contado a sus compañeros, entre ellos queda mucho cariño, aunque tengan diferencias que ahora ven irreconciliables.