La estricta norma que siguen Jan y Sara, los perros de la princesa Leonor para estar en Zarzuela
Jan y Sara son los perros de la princesa Leonor y la infanta Sofía
Se trata de dos labradores de color negro a los que tienen un gran cariño


Hay dos miembros de la familia real bastante desconocidos y de los que no se habla mucho. Sin embargo, han demostrado ser muy importantes para la princesa Leonor y la infanta Sofía. Nos referimos a sus perros, Jan y Sara, dos labradores negros que las esperan en Zarzuela y que han tenido protagonismo en contadas ocasiones. Por ejemplo, aquella tierna despedida de la infanta antes de poner rumbo al UWC Atlantic College, donde podíamos verla acariciando a su mascota con ternura ante la atenta mirada de sus padres, los reyes Letizia y Felipe. De lo que no cabe duda, es de que Leonor y Sofía han heredado el amor que sienten por los animales de su padre, ya que Don Felipe también tuvo un perro durante su juventud. Se llamaba Pushkin y era un schauzer que falleció hace unos años dada su avanzada edad, mientras que Jan y Sara fueron un regalo para la heredera y su hermana cuando hicieron la Comunión.
Desde entonces, las hijas de los reyes han formado una unión inquebrantable con sus adorables mascotas, que las han acompañado durante algunos de los momentos más importantes de su vida. Una forma de continuar también con el legado familiar, ya que desde siempre los eméritos Juan Carlos y Sofía han mostrado una gran predilección por tener mascotas en Palacio. Sobre todo, en el caso de los pastores alemanes o los Lhasa apso. Es más convivieron durante años con Arky, el golden retriever de don Juan Carlos.
La infanta Sofía con Jan (su perro) y los reyes Letizia y Felipe. (Foto: Gtres)
Y, ante la marcha de las dos jóvenes; una a seguir su formación militar (recientemente, la princesa atracaba a bordo del Juan Sebastián Elcano en Ferrol) y la otra a Gales (acaba de graduarse, habrían sido Letizia y Felipe quienes se han quedado a cargo de Jan y Sara, quienes cuentan con amplias parcelas en las que poder corretear y sentirse en total libertad. Es más, parece que la reina se ocupa personalmente de sus cuidados, ya que es consciente del gran cariño que sienten sus hijas por los mismos. Situación que ha cambiado mucho desde que entró a formar parte de la familia real, ya que en un primer momento, y según destapaba hace años Jaime Peñafiel, en 2004 Letizia «prohibió que el perro durmiera, no en el dormitorio como hacía con su dueño, sino en la casa». “No soportaba entonces ni a los perros ni a los gatos».


La familia real en un posado familiar. (Foto: Gtres)
Aunque, eso sí, tendrían una estricta norma que jamás pueden incumplir: y es que las mascotas no pueden entrar en casa. Por tanto, Leonor y Sofía tienen terminante prohibido meter a los perros en la habitación o dejarlos recorrer el interior del Palacio de la Zarzuela a sus anchas. Por tanto, deben conformarse con el espacio que tienen en los jardines. Y no solo eso, sino que aprovechan para sacarlos a pasear siempre que van a la sierra de Madrid.