El día que Concha Velasco quiso acabar con todo y Buenafuente le salvó la vida: “Quería domirme y que se me quitara el dolor”
Concha Velasco sigue siendo una de las reinas de la actualidad informativa en la última semana. Su despedida de los escenarios el pasado 21 de septiembre en Logroño suponía un punto de inflexión en la carrera profesional y en la vida personal de la actriz ya que, como ella misma confirmó en el escenario durante la noche de su adiós, sus hijos la habían obligado. Más allá del futuro interpretativo de Concha que sigue siendo una incógnita en lo referente a su faceta artística más allá del teatro, la vida personal de la protagonista de Las chicas de la Cruz Roja ha dado una nueva sacudida sólo dos días después de su emotiva despedida.
Concha Velasco acaba de retirarse de los escenarios / TVE
Velasco reaparecía frente al público, esta vez televisivo, en el programa de TVE Lazos de Sangre cuyo monográfico estaba dedicado a la vallisoletana. Como no podía ser de otro modo, la agitada vida personal de Concha volvía a convertirse en protagonista del hilo conductor del espacio con varios puntos álgidos. Además de su convulsa relación con su exmarido Paco Marsó, la actriz volvió a relatar con detalle el momento más delicado de su vida en el que, incluso, estuvo a punto de perderla.
Concha Velasco ha sido la total protagonista del último ‘Lazos de Sangre’ / TVE
Todos sucedió cuando vivía uno de los peores momentos con Paco Marsó. Una etapa muy difícil marcada por los problemas económicos de Paco que sumieron a la familia en un importante crisis económica por la que habían perdido su casa: “Había perdido mi casa porque me había a un hotel con mi perrita y salió por la tele Paco Marsó diciendo que nunca me había querido”. Una frase que cayó como una losa sobre ella y que generó una reacción de desmedidas dimensiones, ya que optó por ir al mini bar y mezclar alcohol con tranquilizantes. “No es que me quisiera suicidar. Quería dormirme y que se me quitara el dolor”.
Concha Velasco junto a Paco Marsó en una imagen de archivo / GTRES
Un objetivo inocuo a priori que se convirtió en un momento límite para ella ya que sufrió una intoxicación que muchos llegaron a entender como un intento de suicidio y que no llegó a puerto gracias a la figura de Andreu Buenafuente que apareció para, de manera involuntaria, sacar a Concha de aquella situación. Según el relato de la protagonista, tras tomar la bebida y los medicamentos comenzó a zapear y se encontró con Andreu: “Tuve tal ataque de risa que lo vomité todo”. Un episodio surrealista al que el médico del hotel puso nombre tras acudir a atender de la intérpretre en su propia habitación “Me dijo, bueno se ha hecho usted un lavado de estómago gracias a Buenafuente”. Este episodio marco un antes y un después en la relación de Andreu y Concha que paso a entender la figura de la actriz como la de su propia madre y así se significó en la boda del humorista con Silvia Abril como confesaba la propia esposa de Buenafuente: “Queríamos que las madres fuesen protagonistas de nuestra ceremonia y le dimos un ramos de flores a cada una . Uno a la madre de Buenafuente, otro a la mía y otro a Concha”