Internacional
BENEDICTO XVI

Miles de personas dicen adiós en Roma a Benedicto XVI en un funeral sencillo y sobrio

  • Joan Guirado
  • Ciudad del Vaticano
  • Enviado Especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

En una ceremonia sencilla y sobria, por expreso deseo del Papa emérito, miles de personas han despedido hoy en Roma a la figura de Benedicto XVI. Se trata del único Papa que ha muerto apartado del poder, ya que renunció al papado en el año 2013. Con su adiós se cierra una etapa de convivencia atípica entre dos pontífices en el Vaticano. Pese a ese retiro, su legado ha hecho que autoridades y personalidades de todo el mundo viajasen hoy hasta la capital italiana para darle un último adiós.

El actual Papa Francisco, que pese a sus problemas de salud ha presidido el funeral, ha reivindicado la «búsqueda apasionada» de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a «seguir sus huellas». No es la primera vez que un Papa participa en el funeral de otro; en 1802, Pío VII recibió los restos mortales de Pío VI, fallecido en el exilio en Francia en 1799 y asistió a la solemne misa funeral en San Pedro.

Ante el altar, este miércoles, estaba situado el féretro de ciprés que contiene los restos mortales del Papa alemán, con algunos objetos personales de su pontificado, y las primeras filas estaban ocupadas por la que fue su familia durante los últimos años- su secretario, Georg Gänswein y las consagradas de la Memores Domini que se han dedicado a su servicio.

«También nosotros, aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del Padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida», ha señalado el Pontífice en la homilía de la misa que ha reunido a 120 cardenales, cerca de 400 obispos y casi 4.000 sacerdotes, además de representantes de una veintena de Estados. En el caso del español la Reina Sofía y el ministro Félix Bolaños.

El Papa Francisco, durante su intervención, ha citado a San Gregorio Magno, uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia latina o de Occidente, asegurando que se mantuvo a «flote en la tabla de las oraciones». Además ha puesto en valor «la conciencia del Pastor» que se abandona a la oración: «No puede llevar solo lo que, en realidad, nunca podría soportar solo y, por eso, es capaz de abandonarse a la oración y al cuidado del pueblo que le fue confiado».

Aunque en en todo momento el Papa se ha referido a Benedicto XVI como «nuestro hermano», en la frase final se ha referido directamente a él improvisando su nombre. «Benedicto, fiel amigo del Esposo (Dios), que tu gozo sea perfecto al oír definitivamente y para siempre su voz», ha dicho.

El Papa Francisco ha destacado que los fieles, como «las mujeres del Evangelio» ante el sepulcro de Jesús, rezan ante Benedicto XVI «con el perfume de la gratitud y el ungüento de la esperanza para demostrarle, una vez más, ese amor que no se pierde». «Es el Pueblo fiel de Dios que, reunido, acompaña y confía la vida de quien fuera su pastor», ha dicho.