Hillary Clinton ya es oficialmente en la primera mujer candidata a la Casa Blanca por un gran partido

Se acabó la carrera inicial, ahora queda la de verdad. Entre ella y él, la primera mujer con verdaderas aspiraciones en la histoira para llegar a la Casa Blanca no como primera dama, sino como presidenta, y el magnate de la construcción, populista y para muchos xenófobo y misógino, Donald Trump. Este martes (miércoles ya de madrugada en España), la ex secretaria de Estado Hillary Clinton se ha convertido, de forma oficial, en la candidata por el Partido Demócrata a la Casa Blanca, después de superar los 2.383 votos necesarios entre los delegados para obtener la nominación.

Durante la segunda jornada de la Convención Nacional Demócrata, protagonizada por las profundas discrepancias entre los delegados en relación a su apoyo, Clinton se ha convertido, así, en la primera mujer candidata a la presidencia de Estados Unidos por un gran partido, cuyas elecciones se celebrarán el próximo 8 de noviembre, y además con la posibilidad de sustituir al que ha sido el primer presidente negro del país, Barack Obama.

La convención ha arrancado bajo la sombra de la dimisión de la presidenta del Comité Nacional Demócrata (CND), Debbie Wasserman Schultz, después de que WikiLeaks filtrara el viernes pasado cerca de 19.000 correos electrónicos que revelan que la dirección del partido exploró distintas vías para sabotear la campaña del rival de Clinton, Bernie Sanders.

Esta filtración ha provocado, además de una renovación de la división en el Partido Demócrata entre los sesguidores de la institucional Clinton y del autoproclamado «socialista» Sanders, una nueva sospecha de manipulación por parte de Rusia. Los metadatos de algunos de los documentos filtrados por la web de Julien Assange contenían caracteres cirílicos, lo que indica que fueron tratados en ordenadores que utilizan ese alfabeto, que es el que se utiliza en la lengua rusa.

El Kremlin ha tachado este martes de «absurdas» las acusaciones de que estaría detrás de la filtración, en un intento de favorecer al candidato republicano, Donald Trump, quien ha mostrado su «admiración» por el presidente ruso, Vladimir Putin, en más de una ocasión.

El mismo Putin, a pesar de que ha intentado dar la impresión de que se mantiene imparcial de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses, ha aclamado al candidato republicano, Donald Trump, al que ha calificado de «persona con mucho talento».

Por otra parte, en la televisión estatal rusa, que está bajo el control del Kremlin, no cabe duda de que Trump es el candidato preferido de Moscú. En su programación, representan a la candidata demócrata a la Casa Blanca –a la que Putin ya acusó en su día de instigar protestas contra él cuando todavía era secretaria de Estado– como una belicista «en busca de pelea».

En las elecciones presidenciales de noviembre, Clinton –acompañada en la fórmula por el senador Tim Kaine– deberá enfrentar al millonario Donald Trump, quien la semana pasada fue proclamado candidato por el Partido Republicano.

En la convención demócrata que se realiza en Filadelfia, Clinton selló su candidatura presidencial, aunque ahora tendrá por delante la tarea de unir el partido detrás de su candidatura.

Su principal adversario en la disputa interna, el senador Bernie Sanders, formuló en la noche del lunes un dramático llamamiento a la unidad de los demócratas para derrotar a Trump, «que es un peligro para la nación y para el mundo entero», y garantizar la victoria de Clinton, aunque cuando pidió el voto para la ex primera dama –durante la Presidencia de su esposo, Bill Clinton, entre 1993 y 2001–recibió un sonoro abucheo de sus propios seguidores, soliviantados por la reciente noticia de la filtración.