Internacional

El chavismo mete a más afines en la justicia ante la inminente toma de control de la oposición

La oposición venezolana sigue asombrada por la gran actividad de la Asamblea Nacional, que debería estar de vacaciones por Navidad. Sin embargo, acaba de realizar un nuevo nombramiento de magistrados y suplentes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), como ya lo hizo con la Defensora del Pueblo, cargo que recayó en la responsable de que Leopoldo López esté en prisión.

El secretario general de Acción Democrática (AD) y diputado electo, Henry Ramos Allup, denuncia «tácticas obstruccionistas» de un «régimen agónico en fase terminal». El TSJ ejercerá de árbitro entre un Parlamento controlado por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y el Gobierno y deberá decidir sobre la constitucionalidad de la labor legislativa de los primeros que veten los segundos.

El chavismo no acepta el mandato de las urnas y se blinda ante la pérdida de control el 13 de enero. Quiere estar protegido ante pretensiones como la liberación de los presos políticos o el procesamiento de dirigentes implicados en violaciones de los Derechos Humanos. Nicolás Maduro segura que la MUD, que califica como «derecha envalentonada», pretende «desmantelar la patria».