Los malos hábitos de limpieza que ya debes desterrar: lo dicen expertos
La lista de las cosas más sucias que tocamos todos los días
Este es el lugar más sucio de la casa: ¡un foco de bacterias!
¿Crees que eres capaz de dejar tu casa impecable? No dudamos de ello, pero seguro que hay algunos malos hábitos de limpieza que debes desterrar ya mismo.
Como todos cometemos fallos cuando intentamos eliminar la suciedad y el polvo que se acumula, los expertos nos dicen cuáles son los errores más comunes para que evitemos repetirlos en el futuro. Si no tienes ninguna de estas costumbres, puedes darte por satisfecho: ¡eres un especialista en el aseo del hogar!
Malos hábitos de limpieza que debes desterrar
El lavavajillas y la lavadora a tope
Debes cuidar tus electrodomésticos, y una de las formas de hacerlo es no exigirles más de la cuenta. Si dispones de un lavavajillas y una lavadora, notarás que tienen capacidades máximas expresadas en kilogramos.
Procura no superarlas, o tu ropa y tu vajilla no saldrán tan limpias como esperarías que lo hicieran. Es más, esto supone un gasto de energía muy superior y además gastarás más cada mes.
Incluso podrías quemar el motor de estos aparatos si te excedes en la cantidad de peso, así que préstale atención a sus recomendaciones de uso.
Limpiar primero el suelo
Piensa por un momento antes de actuar. Si te deshaces del polvo y la suciedad del suelo y luego limpias los muebles, estos restos se esparcirán por el aire… hasta caer al suelo y ensuciarlo de nuevo. Tienes que eliminar los residuos orgánicos e inorgánicos de los muebles y luego proceder con el suelo.
Una sola bayeta para todo
Si un médico te viera, te daría unas importantes recomendaciones. Uno de los malos hábitos de limpieza que las personas tienen en casa es usar una bayeta para absolutamente todo. Cuando haces esto, llevas los microorganismos de un espacio a otro y pones en riesgo la salud de tu familia.
Las bacterias y los virus están al acecho y logran sobrevivir en las superficies mucho más tiempo del que imaginas. Lo correcto es tener una bayeta para cada espacio de la casa, y no llevarla de un lugar a otro.
Desinfecta los utensilios de limpieza
Tienes que desinfectar los utensilios de limpieza al acabar tu trabajo. Estropajos, bayetas, cepillo y cualquier otro elemento utilizado durante la limpieza tendrá restos de suciedad, polvo y microorganismos que debes eliminar para quedarte tranquilo de que no afecten tu salud.
Es un modo de que la suciedad de la que te deshaces no ensucie más la limpieza del día o la semana siguiente. Y ayuda a que los utensilios duren más.
No limpiar el microondas
Probablemente el microondas no es lo primero que se limpia en una casa. Pero eso no significa que puedes pasarte semanas o incluso meses sin hacerlo. Debido al calor que genera este electrodoméstico, los productos alimenticios salpican sus paredes llenándolas de residuos y de olores desagradables.
Tienes que limpiar el microondas no sólo por una cuestión de higiene, sino también para impedir que esos residuos afecten tus comidas.
No tener paciencia
Limpiar no es la tarea más agradable del mundo y puede que intentes terminar cuanto antes, pero debes ser paciente al realizar esta labor para obtener buenos resultados. Los limpiadores de superficies necesitan varios minutos para actuar. Si no les das el tiempo necesario, no desaparecerán el polvo ni la suciedad.
No esperar a que las toallas se sequen
Uno de los malos hábitos de conducta más frecuentes, especialmente en adolescentes, es guardar las toallas -o ponerlas a lavar- sin esperar a que se sequen. Éstas absorben grandes cantidades de humedad de nuestro cuerpo y la retienen, a menos que se laven de inmediato o se sequen al aire libre.
Deberías extenderlas durante unas horas hasta que estén secas por completo, independientemente de si tu idea es ponerlas a lavar o volver a utilizarlas más tarde.
Limpiar solo lo que se ve
Ignorar áreas menos visibles o no tan frecuentadas puede conducir a la acumulación de suciedad y bacterias en lugares menos obvios pero igualmente importantes.
Limpiar manchas de las alfombras húmedas
No hace falta limpiar las alfombras manchadas mientras aún están húmedas. Es conveniente que esperes a que se sequen para no dañar los materiales.
Una vez secas, utiliza un quitamanchas para alfombras siguiendo las instrucciones del envase. No dejes pasar muchos días.
No cambiar de forma regular los filtros
No cambiar los filtros de aire o agua regularmente puede afectar la calidad del aire interior y del agua, lo que puede tener consecuencias para la salud.
Postergar la limpieza
Suele pasar. Cuando dejamos las tareas de limpieza para más tarde puede resultar en acumulación de suciedad y desorden, lo que hace que la tarea parezca abrumadora.
Por lo que si limpias cada día unos diez minutos, verás que no tardas nada. Esto quiere decir limpiar las partes que sean más urgentes o que desemboque en mayor cantidad de bacterias, como la cocina, los suelos o los baños.
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