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Economía
Gonzalo Bernardos

Gonzalo Bernardos no se corta y confirma cuál será su voto en las próximas elecciones: la sorpresa es total

La última semana ha sido especialmente convulsa para el mundo de la política y especialmente para el PSOE. La dimisión de Santos Cerdán, hasta hace poco secretario de Organización del partido y una de las personas de mayor confianza de Pedro Sánchez, ha puesto en evidencia una crisis interna que va mucho más allá de un nombre propio. Cerdán renunciaba ayer lunes a su acta de diputado, para centrarse, en sus propias palabras,  en «demostrar su inocencia» tras haber sido relacionado por la UCO con el supuesto cobro de comisiones ilegales junto al exministro Ábalos y su exasesor Koldo García.

Todo este escenario de desgaste ha dejado huella no sólo en el propio partido, sino también entre simpatizantes, votantes históricos y algunas figuras públicas afines a la izquierda. Uno de los más claros ha sido el economista Gonzalo Bernardos, conocido por su estilo directo y su presencia habitual en tertulias televisivas como el programa de La Sexta, laSexta Xplica. Bernardos ha sorprendido a muchos al anunciar abiertamente que no votará al PSOE en las próximas elecciones. Lo ha dicho sin rodeos, en su perfil de X (antes Twitter), provocando una ola de reacciones encontradas.

Gonzalo Bernardos no se corta sobre las próximas elecciones

«Yo soy socialdemócrata y casi siempre he votado en consonancia con dicha ideología. La próxima vez no lo haré. El PSOE se merece ir algún tiempo al rincón de pensar». Así lo expresó Bernardos en una publicación en X que se volvió viral en cuestión de horas. Su mensaje ha sido claro, sin ambigüedades: su apoyo de años al Partido Socialista ha llegado a su fin, al menos por ahora y con todo lo sucedido en torno a la trama del caso Koldo.

Cuando un seguidor le ha preguntado directamente si eso significaba que apoyaría al PP o incluso a VOX, Bernardos no respondió con una negativa rotunda, sino con una reflexión que ha hecho pensar a muchos: «Esto no es una dictadura, sino la democracia. Y la alternancia en el poder es lo que sucede en las democracias». No dice claramente que vaya a votar a partidos que no son de izquierdas, pero sí que revindica el poder del voto para exigir responsabilidades, cambiar de opción y dejar claro que ningún partido tiene garantizado el respaldo eterno de sus votantes.

Democracia y alternativas

Bernardos insiste en que la decepción no significa rendirse ni aceptar lo que hay sin más. Ante la crítica de una usuaria que le sugería que si todos los partidos decepcionan, el problema es del sistema, él respondió: “En la democracia, siempre hay alternativa. Puedes votar y escoger a alguien que aún no te ha decepcionado”. La frase encierra una convicción profunda: que el votante tiene en sus manos la clave para que se produzca el cambio, y que es precisamente en los momentos de mayor desilusión cuando más necesario es ejercer ese derecho con responsabilidad.

Para el economista, uno de los principios esenciales de cualquier sistema democrático es la posibilidad de que los partidos que gobiernan pierdan el poder si no cumplen con las expectativas. Y si bien no ha confirmado aún a quién dará su voto, sí ha dejado meridianamente claro a quién no lo dará: «Lo que está claro es que no votaré al PSOE».

El mensaje de Bernardos en su cuenta de X.

Su postura no ha pasado desapercibida. Muchos usuarios le han criticado duramente, acusándolo de incoherente o de dar alas a opciones políticas que considera contrarias a sus valores. Pero Bernardos ha defendido su derecho a cambiar de voto como una expresión legítima de la democracia: «En la dictadura, ninguna (alternativa). En la democracia, han de gobernar los tuyos y los otros. Es su principal característica».

La decisión de Gonzalo Bernardos no es solo un gesto personal: refleja un malestar que se extiende por sectores del electorado progresista. No se trata solo del caso de Santos Cerdán, que aunque ha sido un detonante evidente, se suma a una acumulación de decepciones que se han ido sumando en los últimos años: la gestión de los casos de corrupción, las tensiones internas, las contradicciones en las políticas de gobierno y la desconexión con parte de la ciudadanía.

Cuando figuras públicas que históricamente han estado alineadas con la izquierda socialdemócrata se desmarcan con tanta claridad, el mensaje trasciende las redes sociales. Es una señal de alerta que pone sobre la mesa el hartazgo de muchos. Porque, como decía Bernardos en uno de sus tuits, “cuando un partido decepciona, hay que darle la oportunidad a otro”.

La pregunta ahora es: ¿qué pasará con ese voto huérfano que deja el PSOE? ¿A dónde irán esos apoyos que hasta hace poco se daban por seguros? Lo cierto es que el escenario político se presenta incierto, y declaraciones como la de Bernardos adelantan un escenario que va a ser sin duda, bastante convulso.