Economía
Alquiler de viviendas

Duro aviso de un experto sobre los alquileres en España: lo peor está por venir

Desde hace ya varios años, la crisis de la vivienda en España ha pasado de ser un problema a convertirse en una auténtica emergencia social. Los precios de los alquileres han alcanzado cifras récord, haciendo que la posibilidad de emanciparse sea prácticamente imposible para muchos jóvenes. No sólo ellos sufren esta situación: familias enteras se ven obligadas a destinar gran parte de sus ingresos al pago del alquiler, mientras que la compra de una vivienda sigue siendo un sueño inalcanzable para muchos.

El problema no es nuevo, pero lo que realmente preocupa es que las previsiones no son nada alentadoras. Según expertos en economía y vivienda, la situación podría empeorar aún más en los próximos años si no se toman medidas efectivas. Las políticas actuales parecen no haber dado los resultados esperados, y las iniciativas que se han impulsado hasta ahora han generado consecuencias imprevistas que han agravado la crisis en lugar de solucionarla. En este contexto, el profesor de economía Gonzalo Bernardos ha lanzado una advertencia contundente sobre el futuro del mercado de alquiler en España. En una reciente intervención en el podcast Think Small, Bernardos aseguró que la regulación del alquiler ha sido un fracaso absoluto y que las restricciones impuestas han generado un efecto contrario al esperado con un gobierno, del que ha afirmado «ha machacado el mercado de alquiler».

Duro aviso de un experto sobre los alquileres en España

Uno de los principales problemas, según el economista, es la ausencia de una política de vivienda clara y efectiva por parte de los sucesivos gobiernos. «Aquí, prácticamente en los últimos quince años, PP y PSOE no han tenido política de vivienda», señalaba Bernardos, señalando que para él, sólo Unidas Podemos ha tratado de implementar medidas en este ámbito. Sin embargo, el profesor es tajante al afirmar que estas propuestas han estado más orientadas a obtener votos que a solucionar realmente la crisis del alquiler.

Las restricciones impuestas a los propietarios, los controles de precios y otras medidas similares han tenido un impacto negativo en el mercado, reduciendo la oferta de viviendas disponibles en alquiler. Esto ha llevado a que muchas personas se encuentren en situaciones desesperadas, sin opciones asequibles para encontrar un hogar digno en las grandes ciudades.

El efecto contrario de los controles de alquiler

Bernardos advierte que los controles de alquileres, lejos de ayudar a reducir los precios, han provocado un mercado negro en el que los precios son incluso más altos que en un escenario sin regulaciones. «Decir que uno podrá tener un alquiler a precio reducido es sencillamente engañar a la gente, porque los controles alquileres siempre han dado lugar al mismo hecho. En primer lugar, lo que hacen es impedir el acceso a un alquiler a muchísima gente. En segundo lugar, lo que generan es un gran mercado negro, y un precio en el mercado negro muy superior al del mercado en una situación normal»,  explicaba en su análisis.

Este fenómeno es especialmente visible en comunidades como Cataluña, donde las agencias inmobiliarias reciben ofertas de inquilinos desesperados dispuestos a pagar más de lo permitido legalmente con tal de conseguir un piso en alquiler. «En Cataluña están entrando personas a las agencias inmobiliarias pidiendo que por favor que les arrienden una vivienda. Les dicen que están dispuestos a pagar más que lo que el control de alquileres fija. Les dicen que al agente inmobiliario le pagan por conseguirles una vivienda, aunque esto la ley lo impide. Y les dicen que al propietario, a fondo perdido, están dispuestos a pagar desde 3.000 a 6.000 euros. Es absolutamente preocupante», advertía Bernardos.

La compra, la única opción viable

La crisis del alquiler ha llevado a que muchas familias busquen alternativas en la compra de vivienda, ya que, en muchas ciudades, la cuota de una hipoteca es más baja que el pago mensual de un alquiler. «Esto está generando que solo haya un mercado, y ese mercado es el de compra. Y está provocando que los padres y los abuelos traspasen dinero a los hijos como nunca lo han hecho, ya sea a través de donaciones, a través de préstamos entre particulares. ¿Por qué? Porque hoy en día en las 52 capitales de provincia de España, en cualquier vivienda sale más económico pagar la cuota hipotecaria que pagar un alquiler», explicaba el economista.

Sin embargo, la compra tampoco es una opción accesible para todos. A pesar de que las hipotecas pueden parecer una alternativa más asequible, muchas personas no pueden acceder a ellas debido a la inestabilidad laboral, los altos requisitos de entrada o la falta de ahorro suficiente para afrontar los gastos iniciales. De esta manera, la crisis habitacional se convierte en un círculo vicioso en el que cada vez más personas quedan atrapadas.

¿Qué soluciones hay para frenar la crisis del alquiler?

Ante este panorama desolador, los expertos insisten en la necesidad de implementar soluciones reales y efectivas para mejorar el acceso a la vivienda. Medidas como el aumento de la oferta de vivienda pública, incentivos fiscales para los propietarios que alquilen a precios asequibles y programas de apoyo a los inquilinos podrían ayudar a equilibrar el mercado.

Asimismo, es fundamental revisar las regulaciones actuales para evitar que sigan generando efectos negativos en el mercado del alquiler. En lugar de imponer controles de precios que solo reducen la oferta y fomentan el mercado negro, algunos economistas sugieren fórmulas más flexibles que protejan tanto a propietarios como a inquilinos sin distorsionar la dinámica del mercado.

Lo peor está por venir si no se toman medidas

El aviso de Gonzalo Bernardos es claro: la crisis del alquiler en España no sólo no se ha solucionado, sino que podría empeorar aún más en los próximos años si no se adoptan medidas urgentes. La falta de una política de vivienda efectiva, la reducción de la oferta y la subida constante de los precios hacen que la situación sea insostenible para miles de personas en todo el país.

Si el gobierno no actúa de manera decidida y eficaz, el acceso a la vivienda seguirá siendo un lujo solo al alcance de unos pocos, mientras que el resto de la población se verá obligada a destinar la mayor parte de sus ingresos a un alquiler cada vez más elevado o a seguir dependiendo de la ayuda familiar para poder comprar una vivienda. El tiempo apremia, y la solución no puede esperar mucho más.