Economía
Hasta septiembre

El bloqueo político de Sánchez hace que sólo se ejecute un tercio de la obra pública

El bloqueo político que ha provocado Pedro Sánchez, convocando nuevas elecciones de cara al 10 de noviembre, ha paralizado las inversiones reales en España, según se puede extraer de los datos de Ejecución Presupuestaria del Ministerio de Hacienda hasta septiembre.

Las inversiones reales en España son principalmente obra pública, que se convierten en multiplicadores del crecimiento futuro según los economistas, lo que indica que la ausencia de un Gobierno en plenas funciones está paralizando uno de los motores del crecimiento que está en manos del poder político.

El Estado tiene previsto este año gastar 6.357 millones de euros en inversiones, de las que sólo ha comprometido el pago de 2.146 millones de euros hasta septiembre. Es decir, que sólo se ha ejecutado el 33% del gasto en inversiones reales.

El año pasado este porcentaje rozaba ya el 40%, un porcentaje que también es bajo y que revela la poca importancia que está dando el Gobierno central a esta partida clave de las Cuentas Públicas.

Las inversiones reales incorporan gastos como la construcción de carreteras, las vías férreas o infraestructuras hidrográficas, pero también la puesta en marcha de desaladoras o la creación de centros de innovación, lo que indica su relevancia.

De todas formas el porcentaje de ejecución de la partida de inversiones es incluso inferior si se tiene en cuenta que los pagos realizados han sido de 2.075 millones de euros, frente a los 2.146 millones de “obligaciones reconocidas netas”.

En cambio, los gastos de personal sí que se están ejecutando a un buen ritmo en lo que va de año (a un ritmo del 72,5%), incluso más rápido que hace un año (69,7%). Lo mismo ocurre con los gastos en bienes y servicios (con un porcentaje de realización del 56%) o las transferencias corrientes (ejecutadas al 65,8%), lo que indica que la obra pública y en general las inversiones no son una prioridad del Ejecutivo, como se pudo observar en los Presupuestos fallidos de 2019, que mostraban un incremento mayor de los gastos de personal y de los gastos corrientes que las inversiones.

De hecho, las inversiones perdían peso en el Presupuesto de gasto total en el proyecto de las Cuentas Públicas que muestra las prioridades políticas del PSOE en el Gobierno. Bajaba su peso en las Cuentas Públicas del 1,7% al 1,6%.

En la ejecución presupuestaria hasta septiembre se muestra que las inversiones reales se desploman un 21% a pesar de que son un multiplicador del crecimiento y de que cada euro que se invierte en esta partida aporta una riqueza superior al país, como avisan reiteradamente las patronales del sector de la obra pública como SEOPAN cuando publican sus informes de balance o sus estadísticas.

Sin austeridad

Pero este parón inversor no demuestra que el Estado se esté ajustando el cinturón, ya que la austeridad brilla por su ausencia en las arcas públicas en la recta final del mandato de Pedro Sánchez.

Por ejemplo, el Gobierno en funciones ha aumentado un 10,1% los gastos de personal en altos cargos hasta septiembre en comparación con el mismo periodo del año anterior. A esto se suma que ha disparado un 28,5% los gastos corrientes en bienes y servicios.

Es sorprendente el aumento de estas partidas cuando los Presupuestos Generales del Estado se encuentran prorrogados, lo que indica que estas partidas no deberían subir ni bajar, sino permanecer sin variación.