En uno de los días más importantes de lo que resta de temporada, la afición del Real Madrid no decepcionó y se volcó con el equipo en el WiZink Center tras la dura derrota contra Panathinaikos en la final de la Euroliga. Apenas han pasado 72 horas desde el partido en Berlín y los de Chus Mateo han tenido que regresar a su pabellón para enfrentarse al Barcelona en las semifinales de la Liga Endesa. Nada mejor que un Clásico para levantarse y curar las penas.
Es el primer choque de la serie y también el primero después de perder la corona en Europa, por lo que un rey tocado contó con el apoyo de todos sus fieles en su palacio, donde se generó un ambientazo espectacular este miércoles, incluso antes de las 20:30 horas cuando el árbitro lanzó el balón al aire. En ese momento comenzó una nueva oportunidad de meterse en otra final del campeonato doméstico y sumar un título más a los dos conseguidos en lo que va de año: Supercopa y Copa del Rey.
La derrota del domingo fue un jarro de agua fría para el ánimo de los de Chus Mateo que no han tenido demasiado tiempo para lamerse las heridas y rehacerse para una serie al mejor de cinco partidos donde espera poder sacar provecho al factor cancha ante un Barça, que no ha terminado de ser regular y que ha dejado dudas en su nuevo proyecto, pero que llega con la cabeza más despejada y las piernas más descansadas tras deshacerse el pasado jueves del Lenovo Tenerife en los cuartos de final.
El de este miércoles será el séptimo Clásico de la temporada entre dos equipos que ya se conocen bastante bien. El Real Madrid se ha llevado cuatro, los de Euroliga y Liga Endesa en el WiZink, el de la final de la Copa y el de la semifinal de la Supercopa, mientras que el Barça ganó los dos en el Palau de las fases regulares europea y doméstica.
Ambientazo en el Clásico
Las gradas del pabellón madridista se fueron llenando lentamente hasta que se consiguió un genial ambiente para el inicio del partido. Los aficionados se dejaron la garganta y el Real Madrid lo agradeció con un sólido inicio ante el Barça. El primer cuarto se saldó con una ventaja de 10 puntos para los blancos, que mostraron una versión implacable de inicio, sobre todo Walter Tavares, Facundo Campazzo y Mario Hezonja, los tres señalados de Berlín.
