El bien y el mal. El yin y el yang. Vinicius Junior sigue viviendo en una lucha permanente con el lado bueno, ese que enseña cuando sólo se centra en jugar al fútbol, y el malo, el que muestra al mundo cuando entra al trapo -más de lo deseado- con los rivales perdiendo el foco y, por lo tanto, le hace caer en su rendimiento. Y en este momento de la temporada, cuando más falta hace, ya que los títulos empiezan a decidirse, está enseñando su mejor versión, aunque no termina de acabar con la que le aleja de la buena senda.
Ante Osasuna, Vinicius volvió a ser determinante. Capital en la victoria de los blancos. El partido llegó a El Sadar para subirse a una verdadera montaña rusa. Si bien es cierto que el choque empezó bien para sus intereses haciendo el primer gol del Real Madrid tras robarles de manera impecable la pelota a Catena y definir a la perfección ante Sergio Herrera, minutos después erró un mano a mano que tendría que haber sido gol y comenzó su batalla particular con el mundo.
Tras un gran arranque, Vinicius empezó a protestarlo absolutamente todo, lo que provocó el enfado de una grada que comenzó a pitarle cada vez que tocaba el balón y diferentes protestas con Martínez Munuera. Finalmente, al filo del descanso, tras la enésima queja, el árbitro del encuentro terminó enseñándole la amarilla.
Tras el pitido que señalaba el final de la primera mitad, Vinicius se fue hacia el vestuario mostrando su enfado a la cámara que le iba enfocando. Brahim Díaz trató de remitir sus quejas, pero era imposible. El brasileño estaba muy molesto por una amarilla que le tendrá 24 días sin defender la camiseta del Real Madrid. En concreto, hasta el próximo 9 de abril, cuando los blancos jugarán la ida de los cuartos de final de la Champions contra el Manchester City en el estadio Santiago Bernabéu.
En el segundo tiempo, su particular montaña rusa volvió a subir para meter el cuarto gol del Real Madrid. Brahim le asistió y Vinicius, con un toque magistral, hizo el 1-4 para cerrar la victoria de los madridistas en El Sadar. Un triunfo necesario que para los blancos, que se van al parón de selecciones justo como querían.
Vinicius brilló con luz propia, pero también mostró su lado menos bueno. Ese que le aleja del juego cuando cae en la trampa de los rivales o se queja en demasía al árbitro. Hay veces que la atmósfera crispada que se genera a su alrededor le perjudica hasta el punto de que termina yéndose de partidos donde estaba siendo el mejor. Esto le pudo pasar en El Sadar, pero supo reconducir la situación para demostrar que cada vez está más cerca de ganar su particular batalla.
Vinicius Ronaldo
Los números de Vinicius en este 2024 están siendo, simplemente, espectaculares. Tras acabar 2023 con molestias físicas, en este nuevo año el brasileño suma 12 goles y ha repartido cuatro asistencias. En los últimos cuatro duelos, ha visto portería en seis ocasiones, siendo el jugador que ha tirado del Real Madrid mientras atravesaban un pequeño bache de sensaciones.
Aspectos a pulir
Por otro lado, Vincius encadena cuatro amarillas consecutivas y este curso ya ha visto ocho amarillas. Lo más grave es que en muchas ocasiones estas cartulinas en michas ocasiones las ve por protestar, una circunstancia que el propio Ancelotti reconoce que debe mejorar.
«Es un jugador determinante por lo que está aportando en este momento. Ha marcado dos goles hoy y ha marcado en los anteriores. Podría marcar más, siempre ha sido eficaz en todas las jugadas que ha hecho. La presión que tiene por el ambiente tiene que controlarla un poco más», explicó el italiano en rueda de prensa.
«Es un jugador que es muy peligroso y todo el mundo se da cuenta. La afición rival lo pita y los rivales le dan patadas, aunque hoy ha sido todo correcto y dentro del reglamento. En este sentido puede mejorar y lo va a mejorar porque es un chico humilde, serio e inteligente», añadió
Listo para el gran momento
Ahora, Vinicius no volverá a jugar con el Real Madrid hasta el 9 de abril, cuando se medirá al Manchester City en la ida de los octavos de final de la Champions. El brasileño tendrá que jugar la próxima semana dos amistosos con Brasil ante Inglaterra, en Londres, y frente a España, en el Bernabéu. Luego, se perderá el duelo contra el Athletic por sanción y tratará de llegar en el mejor estado de forma posible al encuentro contra los ingleses.
Lo que es una evidencia es que Vinicius está demostrando que, aunque todavía tiene aspectos por pulir, es un jugador capital que marca la diferencia. Sus goles y su fútbol permiten al Real Madrid tener la Liga encarrilada y pelear por la Champions.