Zinedine Zidane ha ganado una vida extra. El triunfo del pasado martes en Estambul ante el Galatasaray y el aplazamiento del Clásico le dan tiempo y espacio al técnico francés para reforzar y mejorar los varios desajustes que han ido apareciendo a lo largo de este inicio de temporada en la plantilla blanca. Sin jornada este fin de semana, el equipo volverá al ruedo el próximo miércoles, en la jornada intersemanal ante el Leganés (21:15 horas).
Nadie esperaba el tropiezo ante el Mallorca. En Son Moix salieron nuevos fantasmas, se dibujaron las peores pesadillas. El equipo, con bastantes rotaciones, no funcionó y se vio acorralado y derrotado por un recién ascendido como el cuadro bermellón. No funcionó nada. El viaje a Turquía tras este varapalo no era sencillo, más cuando se llegaba con un único punto en su casillero Champions tras dos jornadas (derrota ante el PSG y empate ante el Brujas). Era reacción o debacle. Tocó lo primero.
Se vio en Estambul una buena versión del equipo de Zidane, aunque la falta de definición privó de una victoria más abultada, dejando espacio para algún susto al final. Es esta una buena partido para recuperar cancha, para retomar un camino del que este Madrid se sale con facilidad. Zizou gana tiempo con este triunfo y gana tiempo con el aplazamiento del Clásico, un tiempo que necesita para afinar con muchos de los detalles que se le están escapando en este inicio liguero.
La alargada sombra de Mourinho
Son pocos días, cuatro, los que tiene hasta el miércoles, suficientes para sentar a los suyos y analizar, perfeccionar y plasmar una mejoría que convenza y que, en definitiva, sea útil en el devenir de los encuentros: encontrar la tan ansiada solidez. De ella dependerán las críticas, algo que viene persiguiendo a Zidane desde el inicio de la temporada.
Sobre Zidane se cierne la duda. Prácticamente desde los primeros tropiezos se ha puesto su sitio en el banquillo en la diana. La sombra de José Mourinho, candidato número uno a relevarle en su puesto en caso de un hipotético despedido, está presente. Es algo que tiene intranquilo al francés, pero que tendría solución de encarrilar la situación. Por delante tiene un mes de noviembre asequible. En el Santiago Bernabéu recibirá al Leganés, Betis, Galatasaray, Real Sociedad y PSG. Fuera de casa solo al Eibar. Su recuperación pasa por el templo blanco.
