En cuarentena como tantos millones de personas en el mundo. Si lo prefieren, en «estado de hibernación» como la economía española. Así está a día de hoy el fichaje de Van de Beek por el Real Madrid. Aunque en enero el club blanco y el Ajax cerraron un acuerdo para el traspaso del centrocampista por 55 millones de euros, el club blanco duda si ejecutar la operación en ese precio con las nuevas circunstancias del mercado después de la crisis del coronavirus.
Hace dos meses, fichar a un jugador del nivel de Van de Beek, contrastado de sobra y con 22 años, por 55 millones parecía una operación más que rentable. Para el Real Madrid y para cualquiera. El futbolista, que también tenía una oferta del Manchester United, prefirió jugar en el Bernabéu y el Ajax cerró su precio con el club blanco.
Pero ahora el coronavirus lo ha cambiado todo. En el nuevo mercado que viene parece que los grandes traspasos se contarán con los dedos de una mano y que muchos clubes buscarán intercambio de futbolistas al estilo de la NBA. Es ahí donde aparece el dilema del Real Madrid: ¿Merece la pena pagar 55 millones en Van de Beek?
Para el club blanco la prioridad es buscar un acompañante-sustituto a Casemiro, cuya demarcación es la única que no está doblada en la actual plantilla. Ahí aparece el nombre de Camavinga, el preferido de Zidane y del club para incorporarse al Real Madrid este verano. A sus 17 años el mediocentro del Rennes es una de las perlas del fútbol francés y Zizou no quiere que se le escape.
Pero el Real Madrid también hará otro fichaje para el centro del campo con la vista puesta en la salida más pronto que tarde de Luka Modric, que cumplirá 35 años en septiembre. Ahí aparecen los nombres de Van de Beek, apalabrado en 55 millones, Pogba, que podría salir del United por unos 50, y Fabián, por el que el Nápoles pedía 100 millones antes de la crisis del coronavirus.
