Thomas Tuchel se ha convertido en un aliado inesperado del Real Madrid. El técnico del París Saint-Germain parece empeñado en obstaculizar el ascenso de Kylian Mbappé al trono del fútbol mundial, quitándole responsabilidades que el propio futbolista quiere asumir y para las que está más que capacitado. Una situación que no le gusta nada a la estrella francesa y que no hace más que distanciarle del entrenador y, a la larga, cada vez más de su club.
Mbappé es el principal objetivo madridista de cara al futuro. En el Bernabéu no es un secreto que desde la directiva se trabaja ya en cómo abordar el que sería el fichaje más complicado de la era galáctica. Una operación que podría verse favorecida con la ayuda del entrenador del conjunto parisino.
Tras ser cambiado en el tramo final del partido ante el Nantes en la Ligue 1, el joven atacante no ocultó su enfado. Había sido fundamental para la victoria momentánea, gracias a un recurso estelar con el que puso el 1-0, y con el resultado aún nada asegurado, fue sustituido. El cabreo de Mbappé no es el primero del curso, al no ser la primera vez que ve como su técnico le quita responsabilidades.
Tuchel le dejó fuera del once en dos partidos de Champions consecutivos, ante el Galatasaray y el Brujas, después de que el francés había salido de la lesión que sufrió al comienzo de la temporada. La respuesta de Mbappé no pudo ser más contundente y frente a los belgas marcó un hat-trick en los 38 minutos que jugó. Sus palabras al final del partido fueron un dardo dirigido al técnico: «quería demostrar lo difícil que es prescindir de mí».
Esto viene después de que el propio futbolista pidiera más protagonismo el pasado verano, amenazando con emprender «un nuevo proyecto» en caso de no tenerlo. Y es que al futbolista tampoco le gustó el comportamiento del alemán al final del curso pasado, cuando le apartó de la carrera por la Bota de Oro al dejarle únicamente disputar 45 minutos ante el Estrasburgo y no convocarle ante el Nantes.
El conflicto de Mbappé con Tuchel puede ser un punto de inflexión en la operación que el conjunto madridista abordará a partir del próximo verano. Los blancos esperan ficharle entre 2020 y 2021, pero para ello es fundamental que el jugador no amplíe su contrato con el PSG. Una renovación que se encuentra parada, aunque las decisiones del técnico pueden jugar un papel de suma importancia.
