Todo o nada. No hay más. Si Xabi Alonso no gana contra el Manchester City, su futuro como entrenador del Real Madrid se complicará notablemente. Un empate lo dejaría contra las cuerdas, aunque posiblemente a salvo, mientras que una derrota, si esta es especialmente dura, lo llevaría a ser destituido. La situación es límite y solo vale ganar para coger aire… hasta el domingo.
Y es que Xabi Alonso está en una posición muy delicada. El entrenador tendrá que ir partido a partido hasta la Supercopa de España, pero para llegar a Arabia Saudí es plenamente consciente de que no puede cometer el más mínimo error, empezando por el duelo contra los de Guardiola. Por ello, las opciones que tiene de ser cesado antes o después son muchas, por mucho que desde la cúpula madridista sean plenamente conscientes de que no es el único culpable.
Tras la derrota ante el Celta, el Real Madrid decidió no tomar medidas en el banquillo hasta después del duelo frente al Manchester City. Una vez disputado ese partido, la tensión se apoderó de la directiva, empezando por un Florentino Pérez que, según testigos, mostró un enfado evidente por la actuación del equipo. El Real Madrid estuvo muy lejos de su nivel habitual, completando una hora de juego lamentable, llegando a ir 0-2 y acabando el encuentro totalmente descontrolado.
Después del choque, la cúpula del club mantuvo varias reuniones informales para analizar el momento que atraviesa el equipo y, en especial, la situación del banquillo. El nombre de Xabi Alonso estuvo presente en todas las conversaciones, así como su continuidad. Finalmente, se determinó que había que esperar al miércoles, día en el que el técnico se jugará su futuro. Cualquier resultado que no sea una victoria ante el Manchester City de Pep Guardiola lo dejaría al borde de la destitución.
Si el triunfo frente al Athletic le había dado algo de oxígeno, este se ha evaporado por completo con la derrota ante el Celta en el Santiago Bernabéu. Un golpe duro que lo deja sin margen de error. Tras ganar en San Mamés, una derrota digna ante el Manchester City aún podía haberlo sostenido, pero ahora todo lo que no sea puntuar lo situará en una posición crítica. Caer contra el equipo de Guardiola desencadenaría un jueves muy movido en las oficinas de Valdebebas, pues el técnico donostiarra sería despedido.
La cúpula es plenamente consciente de que Xabi no es el único culpable. La plantilla está dejando mucho que desear y los que mandan también apuntan a unos jugadores consentidos que no están dando el nivel que se espera de ellos. De hecho, hay quien empieza a dudar de que puedan dar mucho más. El problema en el Real Madrid es mayúsculo, pero el único que lo va a pagar, al menos de momento, es el entrenador. Algo habitual en estos casos.