«Me gusta lo que hago, es difícil hacerlo mejor, aunque tenga el equipo para hacerlo. Italia está en mi corazón, pasé cinco años en Turín y la Juventus sigue siendo importante para mí. Pero ahora estoy aquí…». Estas palabras, pronunciadas por Zidane tras ganar 3-1 al Liverpool en la ida de los cuartos de final de la Champions, resonaron con fuerza en Valdebebas, aunque no sorprendieron. De hecho, en el club blanco son conscientes de que el entrenador francés es “imprevisible”, por lo que nadie se atreve a afirmar que una vez acabe la presente temporada continuará siendo el técnico madridista, decidirá irse para fichar por otro equipo o, como hizo en 2018 tras ganar la Champions, se tomará un descanso.
El Real Madrid en estos momentos puede ganar un doblete que sería histórico con Liga y Champions, ganar sólo el campeonato doméstico o la Decimocuarta o no conquistar absolutamente nada. Las tres opciones están encima de la mesa y en los tres escenarios nadie en el club se atreve a asegurar que pase lo que pase seguirá o no. Zidane es un alma libre que hace lo que quiera, cuando quiere y como quiere.
Por eso, en el Real Madrid están tranquilos respecto al futuro del entrenador, ya que saben que poco podrán hacer para controlar una decisión que solamente conoce el francés. Zidane hará lo que quiera Zidane. Lo hizo cuando era jugador, retirándose del club a los 33 años a pesar de estar todavía en un gran estado de forma, y ya lo ha hecho como técnico en el club blanco. Por lo tanto, la entidad observa atenta y se prepara por si decide dar un paso al lado y cambiar de aires. El club vigila a varios entrenadores sin dejar de mirar a la casa, donde Raúl lo está haciendo muy bien en el Castilla.
Juventus o Francia
Si Zidane decide dejar de ser entrenador del Real Madrid, valora dos posibilidades si quiere seguir trabajando en los banquillos. Una es la Juventus, donde Pirlo está firmando una de las peores temporadas en los últimos años, eliminados de la Champions y con la posibilidad de no clasificarse para la próxima edición. Lo normal es que el italiano sea cesado a final de curso, abriéndose de par en par las puertas de Turín a un Zizou que es leyenda en la Vecchia Signora tras jugar durante cinco temporadas.
La otra opción es la selección francesa. A pesar de que su ex compañero Didier Deschamps tiene contrato con el combinado galo hasta después del Mundial de Qatar, si no hace una buena actuación en la próxima Eurocopa podría ser cesado dejando el banquillo de Francia libre para un Zidane que sabe perfectamente que la Federación de su país piensa en él como futurible seleccionador.