Las lesiones y la frustración de no poder rendir sobre el césped han marcado en esta última temporada la vida de Dani Carvajal. El futbolista del Real Madrid ha visto su condición de intocable en el equipo, ganado a pulso a lo largo de las siete campañas anteriores en las filas blancas, se tambaleaba debido a una serie de problemas físicos que no cesaban. Ahora, tras varios cambios sustanciales en sus hábitos y con ayuda de profesionales, tanto del club como externos, el lateral va dejando atrás con cautela la sombra de las lesiones.
Aún sigue sin completar un partido completo con el conjunto madridista esta temporada, pero las sensaciones no pueden ser mejores. El Carvajal más ambicioso está de vuelta y, con él, su regreso a la selección española. Para Luis Enrique siempre ha sido un fijo y, después de ausentarse en el último año de las convocatorias, regresa para jugar las dos finales por el Mundial de Qatar 2022. Lo hace, después de disputar cinco partidos con los blancos, en los que ha mostrado que estña en un gran estado de forma.
Y es que el de Leganés ha trabajado a conciencia para dejar atrás el drama de las lesiones. A raíz de los primeros problemas surgidos el pasado curso y de las primeras recaídas, el jugador comenzó a centrarse única y exclusivamente en atajar de raíz el problema. Tardase lo que tardase. Estar a disposición cuanto antes dejó de ser una prioridad, pasando a serlo el hacerlo en plenas condiciones. También lo fue para los servicios médicos del club, que incluso fueron con más calma que el jugador, llegando a frenarle en varios momentos, cuando parecía estar ya en condiciones para jugar.
Cambios importantes en su rutina
Una vez que los problemas físicos comenzaron a sucederse, Carvajal se puso en manos de nutricionistas para ver en qué podía afectar su alimentación. El canterano blanco fue cerrándole las puertas a las lesiones, a base de una dieta estricta, de la que han desaparecido de forma radical los alimentos que contienen trazas de gluten. Aunque siempre ha cuidado su alimentación, el jugador ahora no se permite darse un capricho y, como reconoció en la previa del partido de Champions ante el Shakhtar, si tiene que comer brócoli a diario para estar bien, lo hace.
Además, su preparación física también ha cambiado. Desde que comenzó la pretemporada, el objetivo del cuerpo técnico de Ancelotti, en este caso liderado por Antonio Pintus, se centró en elaborar un plan específico para que el jugador lograse obtener una tregua definitiva con las lesiones. Recuperado de la última lesión sufrida el pasado curso, comenzó un proceso lento de adaptación, que le llevó incluso a perderse los primeros partidos de Liga.
El lateral fue incorporándose de manera progresiva a las sesiones de trabajo con el resto del grupo, primando en un principio los ejercicios sin balón. Hasta que no estuvieron al cien por cien seguros de que estaba plenamente recuperado, no se le vio trabajar de manera normal con el grupo. De hecho, antes de su último regreso, el jugador llevaba dos semanas esperando la oportunidad de jugar, pero desde los servicios médicos del club frenaron su alta.
Si Carvajal no ha querido tener prisa por volver, menos han tenido en el club. No había opción al riesgo y sigue sin haberla. De ahí que, después del último amago de recaída, haya tardado un mes en volver a jugar y que, una vez lo ha hecho, no haya completado aún un partido completo. Tanto Ancelotti como sus ayudantes son conscientes de que necesitan al mejor Carvajal, más después de los problemas serios en defensa que muestran, por lo que no arriesgan lo más mínimo a perderle de nuevo.
Todos estos factores han llevado a que se vea un Carvajal distinto en los últimos tiempos. Al futbolista serio y responsable que siempre ha sido, se le suman una serie de experiencias que han supuesto un punto de inflexión en su carrera, alcanzando la madurez deportiva. Ahora, con más cabeza y el mismo corazón, sabe que no debe forzar lo más mínimo. Más ambicioso que nunca, ha vuelto con ganas de demostrar que las lesiones no le han mermado su calidad y que puede rendir de igual forma o mayor a la que lo hizo hasta la pasada campaña.