En el Sevilla claman contra Martínez Munuera el el VAR por anular un gol de De Jong en la primera parte. Los jugadores, el director deportivo Monchi y el técnico Lopetegui no entienden por qué el colegiado no dio validez al tanto del holandés, pero probablemente desconozcan que el reglamento deja bien claro que la acción de Gudelj, que obstaculizó y bloqueó a Militao instantes antes de que llegara el remate del delantero, es falta.
Las Reglas del Juego de la IFAB, institución que define el reglamento a nivel mundial, dicen lo siguiente. «Se concederá un tiro libre directo si un jugador comete una de las siguientes infracciones de una manera que el árbitro considere imprudente, temeraria o con el uso de una fuerza excesiva». Una de esas infracciones es la siguiente: «Obstaculizar a un adversario mediante un contacto físico».
En otro apartado, se añade lo siguiente: «Obstaculizar el avance de un adversario supone colocarse en el camino del adversario para obstruir, bloquear, ralentizar o forzar a cambiar de dirección a dicho adversario cuando el balón no está a distancia de juego de los jugadores involucrados», es decir, justo lo que hizo Gudelj para frenar a Militao y que no pudiera saltar con De Jong en ese saque de esquina.
Un acierto y un error del VAR
«Todos los jugadores tienen derecho a su posición en el terreno de juego; encontrarse en el camino de un adversario no es lo mismo que moverse hacia el camino de un adversario», añade la norma, que parece escrita para describir a la perfección lo ocurrido en el área del Real Madrid en ese córner que acabó en gol de De Jong. El colegiado no lo vio de primeras, pero el VAR acertó pidiendo a Martínez Munuera que revisara la acción en el monitor, y el árbitro, que sí conoce el reglamento, no dudó en anular el tanto.
La cosa no queda ahí. De Jong marcó después un gol que sí subió al marcador y no debió hacerlo porque Munir previamente toca el balón con la mano hasta en dos ocasiones. Lo pasó por alto el VAR pese a que Clos Gómez, director del videoarbitraje en España, decía el pasado miércoles 15 de enero en una entrevista en Onda Cero lo siguiente: «Cualquier jugador que toque el balón con la mano (ya sea voluntaria o no) y genere una ocasión de gol o marque un gol, es sancionable».