El mercado de fichajes de este verano finaliza sin que el Real Madrid haya acudido a él. Uno de los principales líderes de las ventanas estivales año tras año se queda sin realizar operación alguna, algo que no se daba desde hacía 40 años. Hay que remontarse a 1980 para encontrar un verano sin fichajes por el Santiago Bernabéu, en el que como este curso, sus refuerzos se basaron en jugadores que ya tenían en nómina.
De cara a la temporada 80-81, los madridistas tampoco quisieron ir al mercado para reforzar su plantilla. Entonces se optó por subir a tres jugadores del filial y recuperar a un cedido. En total fueron cuatro las nuevas caras con las que contó aquella temporada el equipo que dirigía Vujadin Boskov. Ricardo Gallego, Francisco Pineda y Agustín se incorporaron al primer equipo desde el Castilla, mientras que García Cortés regresó una temporada después de marcharse cedido al Burgos.
En un verano más que extraño, a consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus, los madridistas han decidido no acudir al mercado para armarse, como sucedió hace cuatro décadas. Desde la directiva se ha preferido tocar la plantilla lo justo, aunque sí que se ha hecho caja con los descartes, sacando una cantidad de 130 millones de euros y liberando buena parte de la masa salarial gracias a las salidas de hombres como Bale, James, Reguilón o Achraf.
Ödegaard y Lunin, únicos ‘fichajes’
Pese a no haber acudido al mercado, los blancos sí que han realizado dos incorporaciones. Martin Ödegaard y Andriy Lunin son los dos ‘fichajes’ con los que cuenta Zidane este curso. Dos jugadores que estaban cedidos y que han regresado a su club de origen para incorporarse a la primera plantilla.
En el caso del noruego, tenía un año más de cesión en la Real Sociedad, pero tras el gran año realizado la pasada temporada se llegó a un acuerdo con los donostiarras para incorporarlo inmediatamente a la disciplina madridista. Ödegaard es una de las grandes apuestas del Madrid para el futuro y, tras jugar su primera temporada en la Liga Santander y convertirse en uno de los jugadores revelación, desde el club decidieron repescarle.
En lo que al ucraniano se refiere, el portero llegó al club en el verano de 2018. Lunin es otra de las jóvenes promesas firmadas por los madridistas en los últimos años con el objetivo de asegurarse el futuro. Desde entonces, ha pasado por tres equipos: Leganés, Valladolid y Oviedo. En el conjunto asturiano fue donde ganó relevancia, al convertirse en indiscutible bajo los palos. Tras la salida de Areola, los madridistas han decidido quedarse con él, para contar con un suplente de garantías para Courtois.