El Real Madrid sigue muy pendiente de Bruno Fernandes y no descarta acometer su fichaje en el mercado de invierno. El club no pierde de vista al medio del Sporting de Portugal, que ya estuvo cerca de recalar en el Santiago Bernabéu el pasado mercado de verano. Zidane quería a Pogba a toda costa, pero la entidad se movió y barajó otras posibilidades, aunque finalmente ninguna se terminó de concretar, ya que el entrenador dijo no a todos los nombres que le pusieron encima de la mesa para apuntalar la medular.
Ahora la situación ha cambiado. El Real Madrid piensa en reforzar el centro del campo y, aunque no es seguro que se lancen al mercado en invierno, no se puede descartar esta posibilidad. Hace no tanto la medular madridista necesitaba refuerzos con casi total seguridad, pero el crecimiento de Fede Valverde y la mejoría de hombres como Kroos o Modric hace que no sea tan urgente un fichaje. Sin embargo, una hipotética salida de Isco o James Rodríguez haría necesario acudir al mercado.
El Real Madrid no le quita ojo al jugador del Sporting de Portugal. Dentro del club no esconden que el luso estuvo a tiro hace unos meses, eso sí, añaden que «eso no quiere decir que no lo fichemos el año que viene». En verano, la entidad lusa pedía una cantidad cercana a los 70 millones de euros, pero en invierno los lisboetas no pondrán fácil su salida.
En Concha Espina encaja el fichaje de Bruno Fernandes. Por edad, por proyección y por precio, el luso es un futbolista interesante y el Real Madrid va a seguir muy atento a sus actuaciones esta temporada. Por el momento, el capitán del Sporting sólo se ha perdido un encuentro esta temporada, suma nueve goles y ha repartido seis asistencias. Además, con Portugal se ha convertido en un futbolista imprescindible
Si el jugador del Sporting de Portugal mantiene su progresión y sigue rayando a buen nivel, el Real Madrid no descarta para nada ir a por él en invierno o en verano. De hecho, Jorge Mendes ya tenía el fichaje encarrilado hace unos meses, pero desde los despachos del Bernabéu se frenó para no generar un conflicto con Zidane, que estaba obsesionado con Pogba.