En el Real Madrid las segundas partes sí son buenas. El equipo de Ancelotti muestra un tono físico imponente que le ha llevado a lograr 14 de sus 16 goles ligueros tras el descanso. Y todo porque el equipo blanco funciona con gasolina Pintus.
El fichaje del preparador físico fetiche de Zidane, uno de los artífices del doblete de 2018, fue prioritario para Florentino Pérez por delante incluso de la figura del entrenador. Fuera quien fuera el inquilino del banquillo debía aceptar a Antonio Pintus como máximo responsable de la preparación física del primer equipo.
Una de las primeras tareas de Antonio Pintus era frenar la sangría de lesiones –nada menos que 60 en la última campaña– que limitaron el rendimiento del Real Madrid la pasada campaña y que llevaron al equipo a llegar fundido a la semifinal de la Champions ante el Inter.
Aunque Pintus no hace milagros y el Real Madrid sigue teniendo lesionados –Carvajal, Kroos, Bale, Marcelo, Mendy y Mariano están ahora de baja–, eel equipo de Ancelotti está mostrando un excelente nivel físico sobre el césped que le ayuda a superar a sus rivales en los segundos tiempos como demuestra el citado dato de 14 de los 16 goles en Liga anotados tras el descanso.
La gasolina Pintus comenzó a notarse desde la primera jornada: el Real Madrid se llevó por delante al Alavés con cuatro goles en la segunda mitad. Contra el Levante los blancos igualaron el duelo en el tramo final del partido. En las dos jornadas siguientes, ante el Betis (0-1) y el Celta (5-2), los de Ancelotti también lograron la victoria en el segundo tiempo: un gol en el Villamarín y cuatro en el Bernabéu.
El estado físico del Real Madrid se ha notado especialmente esta semana, en dos visitas más que complicadas y contra dos equipos con mucho vigor y músculo, los de Ancelotti aceptaron el cuerpo a cuerpo y acabaron logrando sendas victorias en los minutos finales del partido.