El Real Madrid tendrá un nada fácil hándicap al que sobreponerse en el Clásico frente al Barcelona. El conjunto blanco ha sufrido en sus carnes las polémicas decisiones arbitrales en los últimos encuentros que ha disputado ante su eterno rival. Parte del foco del partido estará en el siempre protagonista Mateu Lahoz, que estará al frente del silbato. Sin embargo, para los madridistas, la mayor preocupación estará en el VAR, a cargo de González Gónzalez.
En los últimos clásicos disputados, el conjunto madridista no ha terminado muy contento con las actuaciones arbitrales. Por suerte, esta vez, evitan a la dupla Hernández-De Burgos, más peligrosa incluso que la que formarán Messi y Griezmann en el ataque culé. Los dos colegiados fueron los encargados de dirigir el partido y el VAR en la primera vuelta, en la que se comieron varios penaltis cometidos a Raphael Varane, a cada cual más claro.
Pero evitar a Hernández Hernández, verdugo blanco en la última derrota ante el Levante al no querer señalar dos penas máximas por mano en favor de los de Zidane, o a De Burgos Bengoetxea, culpable -por ejemplo- de la incrédula expulsión de Cristiano Ronaldo en una Supercopa en el Camp Nou, no exime del peligro del silbato para los madridistas. Los precedentes no son nada halagüeños para los locales.
Aunque el colegiado canario es el mayor reincidente de todos con diferencia, seguido del vasco, Clos Gómez, Undiano o el propio Mateu han formado parte del elenco que ha contribuido al ‘dopaje arbitral’ en favor del Barcelona en los últimos encuentros entre ambos. Penaltis claros no pitados sobre Marcelo, Varane, Cristiano, Lucas Vázquez o por manos; dos goles anulados a Bale por falta y por un fuera de juego posicional de Cristiano cuanto menos dudoso; tarjetas de ambos colores según qué criterio o goles en contra tras faltas clamorosas ponen en cuestión la imparcialidad de los colegiados.
El Real Madrid estará muy pendiente de la actuación arbitral en el Santiago Bernabéu. Pese a que los precedentes no son nada favorables a los blancos, cierto es que en el Bernabéu suele ser menos habitual el atraco que en Barcelona, donde sí que es un verdadero clásico.