Sin margen de error. Real Madrid y Alavés disputarán en el estadio Alfredo di Stéfano la octava final desde que se reanudó al fútbol. Y es que, desde que el coronavirus nos dio un pequeño respiro y el deporte rey volvió a escena todo lo que se ha celebrado son duelos con mucho en juego. En este, los blancos no pueden fallar si no quieren ver como tiran la renta de cuatro puntos que tienen respecto al Barcelona. Los azulgranas ganaron con más pena que gloria al Espanyol y presionan a los madridistas, que comenzarán el duelo ante un Alavés que necesite ganar para escapar cuanto antes de la zona caliente de la clasificación un punto por encima.
El Real Madrid está demostrando una seriedad no vista hasta este tramo final de la temporada. Los blancos en estos siete partidos tan sólo han recibido dos goles y no han cedido un punto. Unos números que demuestran la solvencia de un equipo que es líder y que se dirige con gran profesionalidad hacia el título número 34. No obstante, siguiendo el pensamiento único de Zidane, en la caseta blanca cada duelo se asume como una final y a pesar de las buenas maneras mostradas hasta la fecha todavía no han ganado nada.
Para este duelo Zidane podrá contar con Hazard. El belga ya ha superado los golpes que sufrió frente al Espanyol. Tras no estar disponible frente a Getafe y Athletic, ha vuelto a la lista, aunque podría comenzar el duelo en el banquillo. Zizou es poco amigo de forzar a sus jugadores y con Eden, al que protege de manera especial, no correrá el más mínimo riesgo.
El que finalmente sí estará es Vinicius, que ha dado negativo en el segundo test del coronavirus. Tras dar indeterminado en la primera prueba, se ha descartado que el brasileño tenga la enfermedad, por lo que podrá estar disponible para Zidane y tiene muchas opciones de partir de inicio.
El Alavés quiere evitar líos
Por otro lado, el Alavés no se quiere meter en líos. Los de Vitoria llegan a Valdebebas fuera del descenso, pero los 35 puntos que tienen podrían no ser suficientes para lograr la permanencia. Por ello, dar la campanada ante el líder en el debut de López Muñiz como entrenador tras la destitución de Garitano serían muy importante para el cuadro vasco.
Muñiz, que la última vez que entrenó en Primera fue al Levante hace dos temporadas, es amante de reforzar el centro del campo, por ello parece que prescindirá de un delantero ante el Real Madrid. El canterano Abdallahi podría ser la gran sorpresa en el once junto a Pina y a alguien que una el centro del campo con la delantera como Camarasa. No obstante, Manu García también tiene opciones de entrar en el centro. El resto del once está abierto, salvo porque hay muchas posibilidades que la pareja Lucas – Joselu no se mantenga.