El Real Madrid ha regresado a la senda de la victoria en los últimos partidos haciendo además un gran fútbol. Los madridistas han conseguido encontrar una regularidad ausente durante el resto de la temporada y lo han hecho con un once muy definido. Zidane ha dejado atrás los extraños cambios a los que acostumbraba y el equipo ha logrado alcanzar la regularidad. Por ello, la plantilla le ha pedido al técnico que continúe en la misma línea, dejando a un lado las rotaciones «a lo loco».
Eduardo Inda acudió a El Chiringuito, donde tiene su habitual sección de exclusivas cada semana. El director de OKDIARIO desveló esta información en el programa que presenta y dirige Josep Pedrerol. «El núcleo duro del vestuario del Real Madrid le ha dicho a Zidane que rote menos», desveló en primicia.
Si hay algo que ha caracterizado al entrenador del Real Madrid durante estos años al frente del primer equipo es su capacidad de sorprender partido tras partido con sus onces. Los cambios en cada alineación han sido una constante a lo largo de las últimas temporadas. No resultaba extraño encontrar un equipo inicial de Zidane que presentara al menos cuatro variaciones de un partido a otro.
Esta temporada, las ‘zidanadas’ han seguido repitiéndose, costándole caro al equipo. Una vez el galo definió su equipo titular y lo mantuvo, han comenzado a venir los buenos resultados y el buen juego. Para evitar que la dinámica se rompa en un futuro próximo los jugadores han pedido a su entrenador que intente no alterar en exceso las alineaciones.
El técnico parece haberse dado cuenta de que cuenta con varios jugadores intocables y han sido los que han jugado durante estre tramo clave de la temporada. Las opciones en las dos competiciones más importantes estaban en juego y para mantenerlas, Zidane ha optado por dejar a un lado su idea de recuperar a jugadores que no están y jugársela con los que sí que han marcan diferencias.
El ‘plan B’ es cosa del pasado
En el pasado se demostró que el técnico conseguía mantener enchufada a su plantilla a través de las rotaciones masivas. Los madridistas lograron grandes éxitos al llegar con una carga de partidos inferior a la habitual gracias a la invención del famoso ‘Plan B’. Además de conseguir dar refresco a sus mejores hombres de forma más habitual de lo normal, uno de los grandes logros de esta fórmula era que conseguía que los menos habituales se sintieran importantes y con un peso determinante dentro del equipo.
La consecución de varios triunfos tras emplear el sistema de rotaciones masivas le colocó como uno de los mejores entrenadores del mundo y, sobre todo, como un maestro a la hora de gestionar un grupo plagado de estrellas y grandes figuras. Pero en los últimos tiempos, cuando ha querido repetir el plan, el resultado no ha salido de forma satisfactoria.
En las últimas temporadas se ha demostrado que el fondo de armario del conjunto blanco no se vale por sí mismo para sacar según que encuentros adelante. Por ello, el técnico dejó de utilizar una alineación alternativa para determinados encuentros pero seguía haciendo cambios masivos en su equipo, algo que ha seguido sin funcionar.
Los experimentos han salido caros
Las ‘zidanadas’ le han costado en lo que va de curso varios puntos al Real Madrid, que ha visto peligrar seriamente sus opciones en Liga y, sobre todo, en la Champions League. Sin embargo los madridistas se han repuesto de los tropiezos y han conseguido encontrar la estabilidad en los últimos encuentros. El patrón que se repite en las últimas victorias de los blancos es que sólo ha habido los cambios necesarios en el equipo, por lesión o por sanción.
Las victorias ante el Sevilla, Borussia Mönchengladbach, Atlético de Madrid y Athletic les han hecho salir de una crisis que estuvo a punto de costarle el cargo al entrenador francés. Para solventar una situación límite, Zidane dejó atrás los experimentos y confió en su equipo de gala, manteniéndolo en los tres encuentros.
Lo apretado del calendario obliga a que los jugadores vayan descansando con asiduidad para evitar una carga mayor en sus piernas de la que ya tienen. Ante el riesgo de que el refresco de los titulares sea masivo, los pesos pesados de la plantilla habrían solicitado al técnico que no haga excesivas variaciones en el equipo y que administre las rotaciones.
Miedo a perder lo ganado en la última semana
El miedo de la plantilla se basa en las últimas derrotas de los blancos contra equipos, a priori, asequibles, como son Cádiz, Alavés, Shakhtar o Valencia. La constante que se repitió en aquellos encuentros es que o bien por las bajas o bien por la carga de minutos, Zidane introdujo grandes alteraciones en el equipo que partía de inicio.
Los buenos resultados y la imagen dada durante la última semana ha permitido a los madridistas acercarse a la cabeza de la clasificación y clasificarse para los octavos de final de la Champions League. Ahora, en el seno del vestuario no quieren que las grandes sorpresas en el once contra el Eibar puedan alterar el buen rumbo que han tomado con las tres victorias consecutivas que encadenan.