El preacuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias coloca al Real Madrid en una situación incómoda. Casualidad o no, los blancos siempre han conseguido ganar sus diversas Champions League con un gobierno del Partido Popular en España, pues bien, ahora se enfrentan a que un antimadridista confeso como Pablo Iglesias esté al frente de la vicepresidencia del Estado.
Pablo Iglesias nunca ha ocultado su inquina personal al club de Concha Espina. Desde sus años como aficionado al baloncesto con Estudiantes, el dueño del casoplón de Galapagar ha llevado muy mal que los blancos le arrebatasen a sus ídolos personales como Alberto Herreros. «El fichaje de Herreros me dolió mucho porque hablamos de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español», dijo en una entrevista en Marca.
Iglesias, en sus diversos programas televisivos, entrevistó a su referente Pepu Hernández compartiendo múltiples chascarrillos antimadridistas. «Me gusta la capacidad de desafiar la hegemonía. En el baloncesto español han existido históricamente dos clubes hegemónicos, el Barcelona y Real Madrid, pero no tienen el encanto del Joventut o Estudiantes. Ellos, durante algunos años, se atrevieron a desafiar ese orden establecido. Me gustaría que Podemos fuera igual y pudiera colarles un triple al PSOE y el PP», teorizó en un encuentro con el actual cabeza de cartel socialista en el Ayuntamiento de Madrid.
No le gusta el fútbol, pero va con el Atleti
El líder de Podemos, no en vano, no tiene reparos en admitir que su antimadridismo viene motivado por la capacidad económica del club que preside Florentino Pérez. «El Atleti tiene una cosa épica que es muy hermosa. Con menos presupuesto, compite con el Madrid y el Barcelona por la hegemonía del fútbol español en los últimos años, y yo siempre he sentido debilidad por los equipos más humildes», aseveró.
Pablo Iglesias recalca su teorema contra el Real Madrid. «Durante una época en la que yo iba a ver a Estudiantes al Palacio de los Deportes, el Real Madrid conseguía con dinero lo que otros lograban solo con la cantera, alimentando una relación como la de David contra Goliat. A eso le añades que muchas estrellas estudiantiles acabaron en el Madrid porque querían una carrera más brillante. De esa época viene mi enfado con el Real Madrid», zanjó. Con frases así como para no temer al futuro vicepresidente. Menos mal que no le interesan las cuestiones deportivas tanto como otras mediáticas.