Ni Zidane ni el Real Madrid castigarán a Bale. El galés se irá de rositas después del gesto con el que se rio del madridismo y que ha indignado a gran parte de la afición. No se quedará sin jugar, salvo que vuelva a venir con molestias musculares de su selección, y tampoco el reglamento de régimen interno del club prevé ninguna sanción tras su desafío a la entidad. Eso sí, en la cúpula del club piensan que su gesto fue «una payasada y una metedura de pata».
Y es que Gareth Bale ocupa la ira del madridismo después de unos días de pleno órdago al club. Primero, tras jugar dos partidos con Galés después de un mes sin hacerlo con el club blanco y después tras sacar a pasear una bandera durante la celebración del pase a la Eurocopa en la que se podía leer «Gales. Golf. Madrid. En ese orden», haciendo referencia a unas palabras de Mijatovic. Esta fue la gota que colmó en caso.
Tras todos estos sucesos, los capitanes del Real Madrid tienen previsto reunirse con Gareth Bale para aclarar todo lo sucedido en los últimos días. En este cónclave con los pesos pesados también estará un Zidane que no tiene previsto castigarle y que le seguirá utilizando mientras no esté lesionado. Así que será el Bernabéu el que acabe juzgando al británico.
Bale puede irse «en enero o cuando quiera»
Zidane, en realidad, pasa de Bale. Tiene la misma relación con él que con el vigilante de seguridad de Valdebebas. No pasan del saludo correcto y punto. Zidane ya dijo lo que tenía que decir sobre Bale en pretemporada –“si puede irse hoy, mejor que mañana”– y no volverá a decir nada que sea políticamente incorrecto sobre Bale.
Por Zidane tiene las puertas abiertas para irse “en enero o cuando quiera”, pero mientras siga en el Madrid le va a utilizar cuando crea conveniente: de titular, de suplente o fuera de la convocatoria, como cualquiera. El gesto no le hizo gracia a Zidane, pero está dispuesto a torear ante la prensa para no seguir alimentando el incendio.
«Fue una payasada y una metedura de pata»
A la cúpula del Real Madrid tampoco le gustó el gesto de Bale. Creen que fue “una payasada y una metedura de pata”, pero descartan que haya sanción. Además, el mensaje oficial es que Bale “ni se regala ni se cede” y que es un jugador clave de la plantilla. Están convencidos de que Zidane le utilizará y que será un jugador decisivo.
A pesar del mensaje oficial de apoyo a Bale y de recordar su calidad, su talento y su rendimiento “cuando las lesiones le han dejado”, en la cúpula del Real Madrid saben que Bale está más que amortizado y sólo esperan que llegue una oferta decente para que salga o en enero… o en junio.
Además, tanto Zidane como la cúpula coinciden en una cosa. “A Bale le tiene que juzgar el Bernabéu”, dicen en el club. Por eso, si vuelve sano de Gales, Bale estará entre los convocados para el partido ante la Real Sociedad. A partir de ahí, será el madridismo el que coloque el pulgar hacia arriba o hacia a bajo. A Bale le va a importar nada, un bledo y un comino. En ese orden.