El Real Madrid protestó un penalti que cometieron sobre Vinicius durante la primera parte del choque que el cuadro merengue jugaba ante Osasuna en el Santiago Bernabéu. Lucas Torró llegó tarde y clavó los tacos en el tobillo del extremo brasileño y ni el colegiado del encuentro ni el VAR quisieron ver la clarísima pena máxima.
Pasaban los 20 minutos de partido cuando Vinicius llegaba a línea de fondo y ponía un pase atrás. Lucas Torró llegó tarde y le clavó los tacos en el tobillo al atacante brasileño. El extremo reclamó la pena máxima pero César Soto Grado no lo vio, por lo que el VAR debería haber intervenido, pero Guillermo Cuadra Fernández no quiso llamar a su compañero y decirle que fuera al monitor a revisar la acción.
Sorprende que Guillermo Cuadra Fernández no haya advertido a Soto Grado de la gravedad de la acción cuando hace unos días, en el Metropolitano, se vivió una jugada con cierto parecido. Mikel Merino llegaba tarde y tocaba con los tacos el gemelo de Luis Suárez. Desde el VAR avisaron y el colegiado, tras revisar la jugada, señaló la pena máxima, no como en esta acción entre Lucas Torró y Vinicius.