El último mercado de fichajes ha estado marcado por el frustrado fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid. El conjunto madridista hizo lo imposible por traerle en verano, pero no fue capaz de hacer entrar en razón al París Saint-Germain. El equipo galo ha dejado claro que no hay dinero que compre a los jugadores con los que cuentan. Siempre que venga de fuera, claro. Ni siquiera 200 millones por un jugador al que le queda un año de contrato. Por ello, a Mbappé le tocará apurar su vinculación en esa cárcel de oro que es el conjunto parisino y de la que nadie sale por voluntad propia.
En los últimos años, desde que Qatar se hiciera con la propiedad del club, muchas han sido las estrellas que han sido pretendidas por el resto de los grandes equipos de Europa. La respuesta siempre ha sido la misma: ‘no’. Una negativa tan grande y reiterada como la del propio Mbappé a mejorar considerablemente su contrato.
El PSG ha pasado de ser un club vendedor antes convertirse en un club-Estado a sólo soltar a aquellos jugadores que se caen de su proyecto. Las grandes ofertas que han recibido en los últimos años por futbolistas que querían dejar el equipo han sido una a una rechazadas, dejando claro que de la cárcel de oro en la que han convertido el Parque de los Príncipes es casi imposible salir.
Mbappé, lógicamente, no ha sido el único que ha querido abandonar el club y emprender una nueva aventura. En estos tiempos en los que el PSG ha ido configurando un equipo de altura, para pelear por todo, han ido proliferando grandes jugadores que han sido de interés para equipos como Barcelona, Bayern o Real Madrid. Estrellas de la talla de Neymar, Di María, Verrati, Cavani, Rabiot… así hasta llegar al objetivo principal de los madridistas.
Al PSG no le tiembla el pulso. Bien lo saben en Barcelona, donde después de especular con la llegada de Verratti –se declaró en rebeldía–, el club le convenció para renovar a golpe de talonario y, además, respondieron pagando la cláusula de Neymar. También se negó su salida al conjunto culé al propio brasileño y a Di María, mientras que la posible marcha de Marquinhos acabó en renovación.
Cavani fue otro de los que tuvo que quedarse hasta agotar su contrato con el PSG, como parece que sucederá con Mbappé. El jugador estaba dispuesto a salir y el Atlético de Madrid se puso en contacto con el conjunto parisino en el mercado invernal de 2020. No tenían intención de renovarle, pero aún así se negaron a que desprenderse de él y, cuando quedó libre, firmó por el United.
Aunque, sin duda, el caso más sonado, fue el de Rabiot. Barcelona y Juventus estuvieron intentando ficharle cuando entraba en su último año de contrato. La reacción de la directiva de Al-Khelaifi fue la misma que en esta ocasión con Mbappé. Querían tratar de convencerle para que renovase. El mediocentro se negó. En aquel momento se le condenó a la grada en el tramo final de la temporada, sufriendo una presión brutal para renovar. Cuando quedó libre, se fue al equipo italiano.
Mbappé resiste sin renovar
En el caso de Kylian Mbappé, la similitud con los casos de Cavani y Rabiot es total. Aunque, a diferencia de lo que sucedió con el uruguayo, el PSG sí que tiene esperanzas de convencerle y que renueve su contrato, que expira en 2022. El jugador ya ha dejado claro por activa y por pasiva su voluntad, llegando a rechazar hasta en siete ocasiones las tentativas del club galo.
Después de negarse por sexta vez, el Real Madrid se lanzó de lleno a por su fichaje. Los blancos llevaban años preparando el paso al frente de Mbappé, en el que mostrara claramente su deseo de salir, para atacar y convencer al PSG para que le vendiese. Hasta tres ofertas presentaron los madridistas, pasando de los 160 millones iniciales a los 200 que terminó poniendo sobre la mesa a escasas horas de que se cerrase la ventana de traspasos. Ni con esas.
A Mbappé le espera una temporada en la que va a tener que soportar una presión como nunca antes se había conocido. El futbolista contaba con la palabra de la directiva de que si el conjunto blanco iba a por él, se sentarían a negociar, algo que han incumplido. Ante esto, no le queda otra que aguantar en la jaula de oro construida por el Emir Al-Thani y por Al-Khelaifi hasta desvincularse del club en junio de 2022. Será entonces cuando pueda cumplir su sueño de jugar en el Real Madrid.
